Amparo Marco ha acertado de pleno manteniendo, aunque reducido a su mínima expresión, el festival Escala a Castelló en el Grau. Porque no hay que amilanarse.

Ya saben, queridos lectores, que los únicos políticos que se salvan de la hoguera en este año tan complicado son los que ejercen su función en los diferentes ayuntamientos. Solo los concejales y alcaldes de los municipios patrios están manteniendo el tipo. Los diputados provinciales, regionales y nacionales, así como los senadores y demás cargos y carguitos partidistas, solo bailan al son que les marcan sus amos. Sus dueños. Sus señores. Sus mandos políticos.

Volviendo al tema que nos ocupa, Escala a Castelló siempre ha sido un proyecto ganador. Y mantenerlo, con la que está cayendo, una magnífica decisión. Marco ha acertado. Porque no se ha acobardado. ¿Se imaginan la que le estaría cayendo si se hubiera generado un foco de coronavirus durante el festival? Pero no hay que esconder la cabeza bajo tierra. Este virus lo derrotaremos con serenidad, seguridad y trabajo bien hecho. Respetando las recomendaciones sanitarias, obviamente, pero sin dejar de lado la actividad económica de la ciudad, la provincia, la comunidad y el país. Porque no morir de covid-19 pero hacerlo de hambre no serviría de nada.

En estos tiempos necesitamos, más que nunca, que nuestros alcaldes trabajen por y para la ciudadanía. Que mantengan vivo, por supuesto, el pulso económico y social. Porque economía y salud son compatibles. H

*Escritor