Nunca había visto tantos despropósitos en un Gobierno en tan poco tiempo. Una ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, que acusa a los agricultores de esclavistas. Un ministro de Consumo, Albero Garzón, atacando al sector turístico, uno de los principales motores de la economía y en un momento tan delicado como el actual. Un ministro de Cultura, José Manuel Rodríguez, que abandona al sector taurino-ganadero, que es un sector básico para mantener a la población en el ámbito rural.

Pedro Sánchez anunciando que las poblaciones menores de 10.000 habitantes dejarían de tener limitaciones horarias y provocando el relajamiento generalizado en las prácticas de distanciamiento a las que están obligadas. Un anuncio precipitado, supongo por ansias de protagonismo, y que finalmente cuando se ha publicado en el BOE, se ha hecho en unas condiciones que tan solo llegan a apenas 10 poblaciones en toda la Comunitat. Un anuncio que ha llevado a engaño a miles de personas.

El mismo presidente que pactaba con Bildu, nada más y nada menos, que la derogación de la reforma laboral a espaldas de los socialistas de su propio Gobierno, empresarios y sindicatos.

Esta misma semana también hemos visto cómo todo un vicepresidente del Gobierno de España, Pablo Iglesias, amenazaba a políticos de la oposición, con nombres y apellidos, con que «podían ser los siguientes en sufrir escraches en sus domicilios», cuando hace pocos años era él mismo uno de los principales instigadores de escraches mucho más violentos que los actuales.

La penúltima, que no será la última, el abandono a las poblaciones costeras, que deberán decidir sobre las medidas para poner puertas al campo, es decir, para controlar las playas este verano. El Gobierno, ante la gran complicación que va a significar la presencia de la gente en las playas en pleno agosto, abandona a los ayuntamientos. Y, mientras tanto, en la Comunitat seguimos en fase 1, porque Puig no ha hecho los deberes y, temeroso de sufrir un nuevo rechazo, ha decido no pedir el cambio de fase. Así que los esclavistas valencianos nos quedamos en la fase 1.

Sucesión de hechos que además se dan en un momento especialmente delicado. Y no nos olvidemos, decisiones que toma un Gobierno con una estructura de ministro y cargos de confianza que duplica a las anteriores.

*Alcalde de Moncofa