Nuestro país se enfrenta en estos momentos a una crisis sanitaria sin precedentes que traerá más pérdidas humanas que el terrorismo o la violencia de género, y que está suponiendo que nuestro motor económico se haya parado, empresarios/as, autónomos/as, trabajadores/as, pequeños comercios… Todos viven una situación de incertidumbre brutal, costará mucho salir de esta, pero estoy segura que saldremos. No me cabe ninguna duda.

Es momento de unidad y de aglutinar fuerzas, pero a nadie se le escapa que quien tiene que gestionar esta crisis es Pedro Sánchez y su Gobierno de coalición, y que la toma de decisiones ha de ser rápida y eficaz.

Por eso yo me pregunto: ¿Ha llegado tarde el Gobierno socialista? Yo creo que sí. El día 30 de enero se llevó a cabo una reunión técnica en el Ministerio de Sanidad donde se alertó al Gobierno del peligro del coronavirus, en este momento ya saben que no tiene tratamiento y no lo clasifican con la peligrosidad que requiere.

El 4 de febrero toma el mando del Comité de Coordinación interministerial. Carmen Calvo ya habla de 22 casos confirmados en España, todavía no se contemplaba la pandemia, por lo que no se planteaban comprar equipos de protección para los sanitarios, de ventilación mecánica o acondicionar las infraestructuras sanitarias.

El 13 de febrero se registra el primer fallecido y más de 160 casos confirmados, el 19 el equipo de fútbol del Valencia viaja a Milán, más de 2.000 aficionados se trasladan al epicentro del contagio.

En fecha 27 de febrero empiezan a darse las primeras instrucciones sanitarias a los ciudadanos y el protocolo para identificar la enfermedad. Por resumir, día 8 de marzo, la gran manifestación feminista, alentada por el Gobierno en pleno, ya sabían de la virulencia y rapidez de contagio del coronavirus, y no es hasta el 14 de marzo cuando se decreta el estado de alarma.

Esta situación la superaremos, pero no por la diligencia de Sánchez, lo haremos por la España de los balcones, la de los trabajadores/as, la de los médicos, los enfermeros/as, los auxiliares, los transportistas, los reponedores/as de los supermercados… lo haremos entre todos los españoles.

Quiero aprovechar este espacio en el periódico para dar las gracias. En primer lugar al personal sanitario que, como siempre, son los héroes anónimos que nos protegen y velan por lo más preciado: nuestra salud. Pese a las circunstancias, siguen al pie del cañón atendiendo a los enfermos.

Héroes como todas las fuerzas de seguridad, como el personal de los supermercados, los transportistas, los agricultores, los periodistas, los alcaldes… todos los profesionales que están trabajando para mitigar los graves efectos de la crisis.

Llegará un momento en que tendremos que analizar qué ha fallado, si ha habido negligencias, si hay responsabilidades. Pero será más adelante, cuando nos hayamos repuesto de este duro golpe que nos ha dejado sin respiración.

*Diputada provincial del PP