La cercanía de las elecciones hace que el nerviosismo aflore entre los partidos. Y, curiosamente, este nerviosismo siempre tiene un denominador común: el ataque a Ciudadanos. PP, PSOE y los populistas han centrado su ira hacia nuestra formación porque saben que somos el único partido en el que confían los españoles, el único partido que crece cada vez que se abren las urnas. El único partido capaz de liderar una alternativa y un proyecto para una España liberal, patriótica y moderna.

El PP y el PSOE han vendido España cuando se han quedado solos, utilizando a todos los ciudadanos de moneda de cambio para permanecer unos días más en la Moncloa y de paso poder ir intercambiándose el colchón, según les convenía. Primero, fue Aznar con CIU o el PNV, después ha venido el Sanchismo con Torra, Junqueras y Puigdemont. Mismos perros, con distinto collar.

Y ES QUE a la hora de haber puesto la alfombra roja al nacionalismo, el bipartidismo puede repartirse la culpa a partes iguales. Pero esto se ha acabado. España no es un pastel que se puede dividir en trozos cada cuatro años en beneficio de unos u otros, España es una nación con ciudadanos libres e iguales y que, por tanto, deben tener los mismos derechos y obligaciones vivan donde vivan. Ninguna comunidad autónoma debe tener privilegios sobre otra, más allá del respeto por las tradiciones y las lenguas cooficiales de cada lugar.

En Ciudadanos lo tenemos claro no vamos a ser cómplices ni cooperadores de aquellos que quieren liquidar nuestro país, que quieren dinamitar la unión y romper con los derechos y libertades de todos los españoles, sin distinciones. En Ciudadanos no nos verán hablar ni de Franco ni del aborto. Nos verán hablar de cómo acabar con la precariedad laboral, de cómo garantizar una educación excelente y libre de adoctrinamiento, de cómo construir una igualdad real y efectiva entre mujeres y hombres; de cómo ir al médico en cualquier rincón de España y poder ser atendidos sin trabas; de cómo acabar con los privilegios políticos como los aforamientos. También, de cómo establecer una separación real entre el Poder Judicial y la política; de cómo regenerar la vida pública y que los españoles recobren la confianza en sus representantes; de cómo adelgazar la Administración y acabar con los chiringuitos; de cómo garantizar las pensiones; de cómo facilitarles la vida a los autónomos; de cómo generar oportunidades para los jóvenes o de cómo establecer que una lengua sea una opción y no una barrera para ser un buen profesional.

De todo esto y más hablamos desde Ciudadanos porque nosotros sí queremos liderar España y estamos preparados para ello. Sin complejos, dejando de mirar al pasado y frente a un bipartidismo demasiado preocupado por su supervivencia a toda costa y a costa de los españoles durante los últimos 40 años.

Ha llegado el momento de construir entre todos la España del futuro. Un futuro liberal, constitucional, europeísta y naranja. Una España que una y no separe. Una España que integre y no divida. Una España de todos y para todos.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Castellón