España va a avanzar, a pesar de la pandemia del coronavirus. Y va a avanzar con fuerza y sin dejar atrás a nadie.

La herramienta que hará posible este progreso es el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia que va a movilizar en los próximos seis años un total de 140.000 millones de euros procedentes de fondos europeos, más de la mitad de ellos (72.000 millones) entre 2021 y 2023. No es un plan más de los que elaboran los gobiernos, es un plan sin precedentes desde que hay democracia y que abordará la modernización que necesita España para ganar el futuro. Un Plan para el siglo XXI que convierta este duro golpe sanitario en una oportunidad para que gane la sociedad española.

Un Plan que el Gobierno de coalición que preside Pedro Sánchez ha estructurado en torno a cuatro ejes: transición ecológica, transformación digital, igualdad de género y la cohesión social y territorial. Se trata de recuperar el bienestar social y dar el impulso necesario que necesita la economía dejando atrás las fórmulas que ya son caducas.

Un Plan cuyo objetivo es crear puestos de trabajo y de empresas. Un Plan que reforzará las capacidades industriales de nuestro país con inversiones en el desarrollo tecnológico, clave para el futuro de la industria. Mirada amplia, objetivos ambiciosos.

Un Plan que se concretará en torno a 10 políticas para nuestro tejido económico y social: agenda urbana y rural; infraestructuras y ecosistemas resilientes; transición energética justa e inclusiva; modernización de la administración y del sistema de justicia; digitalización y competitividad industrial; pacto por la ciencia y la innovación y el refuerzo del Sistema Nacional de Salud; educación y conocimiento; nueva economía de los cuidados y políticas de empleo; desarrollo de la cultura y el deporte; sistema fiscal progresivo y redistributivo. Y todo ello en colaboración y gobernanza eficaz con las autonomías. Con la lealtad institucional que siempre ha caracterizado a este Gobierno y que otros no practican. Con estructuras de seguimiento y coordinación.

Ahora no se aplicarán los recortes que aplicó el Partido Popular en la anterior crisis para beneficiar a los más poderosos con una amnistía fiscal y perjudicar a la clase media y trabajadora.

Ahora el primer objetivo ha sido, es y será salvar vidas. Y después, salvar puestos de trabajo y salvar empresas de los efectos que está dejando esta terrible crisis sanitaria, económica y social. Hechos y no palabras, porque este Gobierno de coalición, legítimo y democrático, ha hecho frente a las consecuencias de la pandemia con un escudo económico y social sin precedentes en la historia de nuestro país. Con todas las herramientas a nuestro alcance. Nunca se movilizó tanto dinero para tantos ciudadanos y tantas empresas en tanto período del tiempo.

Han sido hasta 200.000 millones de euros, casi el 20% de nuestro PIB anual, para proteger a quienes crean empleo, las empresas, y a los trabajadores. Porque la vida no se detiene ni la economía tampoco y actualmente hay en España más de 530.000 empresas que prosiguen su actividad. Y hay 3,4 millones de trabajadoras y trabajadores protegidos por las ayudas de los ERTE, algo que nunca había pasado antes. Y actualmente más del 80% de estos asalariados han vuelto ya a su puesto de trabajo.

Cerca de un millón y medio de autónomos y autónomas se han beneficiado de una prestación por cese de actividad extraordinaria, otro hecho sin precedentes en España. Y casi 150.000 se benefician ya de las nuevas prestaciones aprobadas durante el pasado verano. Hechos, en lugar de llenarse tanto la boca de palabras.

Se ha diseñado un gran escudo social, único en la historia de España. Más de 216.000 familias y autónomos obtuvieron una moratoria de la deuda hipotecaria que se tradujo en una prórroga automática de los contratos de alquiler vencidos y la suspensión de los desahucios por impago de las rentas.

Y frente a estas políticas que benefician a la mayoría de la ciudadanía y que se aplican con el consenso de los sindicatos y las organizaciones empresariales, la derecha y la ultraderecha sigue tirada al monte, intentando utilizar la pandemia para derrocar al Gobierno. En ningún otro país de Europa la oposición se comporta de manera tan grosera y deleznable, sea cual sea el signo político del Gobierno. Ladran, luego cabalgamos. Nuestro enemigo es, como no, el virus.

España quiere, España puede. España tiene un plan, sin dejar atrás a nadie. H

*Diputada PSOE por Castellón, portavoz Adjunta GPS y secretaria Ejecutiva contra la Violencia de Género