Sé que lo he dicho en infinidad de ocasiones y las que me quedan. Pero no me voy a cansar de repetir que es muy preocupante que la educación de los alumnos de la Comunitat Valenciana se encuentre en manos de un comisario ideológico como Vicent Marzà. La gestión en educación ha pasado a un segundo plano, la calidad educativa para el Consell de Puig es algo secundario y el aleccionamiento lingüístico e identitario es lo que acapara todo el protagonismo.

Las últimas semanas hemos podido ver cómo han sido las familias, las confederaciones de padres, las que han denunciado que les parece un auténtico atropello que en las escuelas se investigue si se habla valenciano en el comedor, en la biblioteca, por la megafonía o en los actos de graduación. Yo me pregunto si Compromís y el PSPV son conscientes del daño que están haciendo. Se les llena la boca hablando de educación pública, pero la ponen en riesgo al huir de un modelo plural. Condenan a la educación valenciana politizándola.

A LOS SOCIALISTAS les molesta escucharlo, pero se ha demostrado que Torra y Puig son las dos caras de la misma moneda, ya que insisten en imponer una manera de pensar, una manera de educar y una manera de hablar. Los dos quieren conseguir un modelo de sociedad y de escuela único y, para conseguirlo, no dudan en utilizar la educación como herramienta de ingeniera social.

PERO CUANDO pensamos que hemos tocado techo, resulta que no, que todavía pueden llegar más alto. Esos proyecto de normalización lingüística, donde se encuentran los cuestionarios, en los que los centros dicen si hacen en valenciano los actos de final de curso o la cartelería, están basados en una norma declarada ilegal por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana ¡Es tremendo! Ante este escenario me pregunto ¿el objetivo de Puig y Oltra es que todas las actividades, las académicas, las lúdicas y las extraescolares se acaben haciendo en valenciano, en todos los centros, aunque sea contrario a la ley? ¿Dónde queda la pluralidad? ¿Dónde queda la libertad? ¿Qué va a pasar con el castellano? ¿Es o no es preocupante la situación…? Desde el Partido Popular no vamos a bajar la guardia. Vamos a seguir siendo los protectores de la libertad y la pluralidad. Nosotros apostamos por la enseñanza en valenciano, pero sin imposiciones, ni divisiones, sin radicalidad y sin utilizarla para enfrentar a la sociedad valenciana. Lo que queremos desde el PP es liberar las aulas de sectarismo y de espionaje.

EL OTRO DÍA en una entrevista el conseller Marzà afirmaba que debemos dar una formación a nuestros alumnos y cito textualmente «para que sean capaces de cuestionar hasta la ideología de sus padres». Es que hay veces que no se lo puede aguantar, que se le ve el plumero nacionalista. Lo que el conseller del Bloc quiere es que los jóvenes critiquen la ideología de sus padres y comulguen con la suya ¡es tan evidente! ¡se ve tan claro! ¡es tan peligroso!

Señor Marzà, no puede engañarnos, la libertad sólo tiene un camino: el de la pluralidad, el del respeto a todas las lenguas e ideologías, el de la convivencia pacífica de esa pluralidad. Señor Marzà, la libertad no se entiende cuando la imposición y el sectarismo impera.

Y es que, queridos lectores, sólo hay una manera de ser libres y es respetando la libertad de los demás, justo lo contrario de lo que hace la izquierda.

*Diputada autonómica del PP