La pasada semana pudimos asistir atónitos desde la distancia al circo político que ha decidido montar el gobierno de Sánchez en Madrid. Si, digo que han decidido, porque si hubiese sido una decisión basada en datos médicos la hubiesen aplicado en verano en Cataluña, sin embargo el PSOE ha decidido librar una batalla política en Madrid, una de las autonomías que más decisiones tomó antes del confinamiento en marzo y que más decisiones ha tomado ahora, consiguiendo reducir el número de contagios en dos semanas de aplicación de las medidas de Ayuso .

Madrid tiene más contagios al ser una gran ciudad, lo mismo que ocurre en Barcelona, Londres o Nueva York, pero tienen mucho mejor localizados los casos positivos, en Madrid se hacen casi el doble de test que en la Comunitat Valenciana, aunque eso no lo verán en los medios. Aquí tenemos una falsa sensación de seguridad, ya que no se hacen test salvo que tengas síntomas. Quizás si se hiciesen también se debería aplicar el estado de alarma. Es lo que sucede cuando se anteponen los intereses políticos a los sanitarios, algo que el PSOE lleva haciendo en todas las instituciones desde aquel 8 de marzo, con una impunidad sorprendente.

La OMS decía esta semana que los confinamientos cuando ya se han disparado el número de casos no sirven de nada, es algo que funciona preventivamente, pero una vez ya hemos llegado a esos más de 500 casos por 100.000 habitantes, las medidas más efectivas son la distancia social, el uso de mascarilla y confinar solo a los positivos, evitando de esta forma también la pandemia económica. Sabemos que Sánchez nunca ha hecho mucho caso a la OMS, pero no vendría mal que por una vez dejase sus intereses políticos a un lado por el bien de todos, para evitar que el estado entre en alarma. H

*Secretario general y portavoz adjunto PPCS