Querido lector/a, estos días han salido los datos de la encuesta de la población activa y, la tasa de paro del tercer trimestre del 2017 en la Comunitat se sitúa en el entorno del 17,5%. Es decir, 1,18% por debajo del trimestre pasado. En conclusión y desde el rigor, hay menos paro.

Pero bueno, antes de que nadie utilice esa cifra de forma indigna, es necesario advertir que, en el marco de malvivir que supone un paro tan alto, viene a ser de 400.000 personas sin trabajo, no sería moral que alguien tratara de utilizar ese 1,18% para colgarse una medalla.

En todo caso, para evitar esa tentación, se pueden añadir otros datos de la misma encuesta. Me refiero a que, la cifra actual mejora a la anterior, pero aún está por encima de la media estatal. Además, esa reducción está vinculada a un trimestre muy condicionado por abundante empleo estacional. En consecuencia se puede decir, porque así también lo marca la EPA, que los datos mejoran a costa del incremento de la temporalidad y del empeoramiento de la calidad del empleo y de las malas condiciones de trabajo. Por lo tanto, se recupera el mercado de empleo pero poco o insuficiente, frágil e inestable. O dicho de otra forma, el salario y el empleo digno no aparecen, aunque los beneficios de los empresarios superan los que se tenían antes de la crisis. Incluso, también se puede decir, que si no cambia radicalmente la situación se está instalando un modelo laboral que, con los datos de la encuesta y digan lo que digan, todo conduce a la desigualdad y a la pobreza laboral.

Es urgente un diálogo social que construya un modelo que no se base en la estacionalidad de la actividad productiva y genere empleo estable, de calidad y con derechos. En todo caso siempre hará falta un salario social para las personas desprotegidas. Y es que, como decía nuestro amado Javier Krahe, tenemos que hacer algo porque no todo puede ser follar.

*Experto en extranjería