Desde hace muchos días me ronda por la cabeza la sarta de mentiras e incoherencias que ciertos candidatos utilizaron durante la campaña, en la lamentablemente pusieron en la diana al sector de la población más vulnerable, las personas extranjeras, y dentro de este grupo, a los niños, niñas y adolescentes sin referentes familiares en España.

En su clara retórica para agitar el miedo a la inmigración, la derecha extrema no tiene miramientos. Si bien la supuesta vinculación de personas migrantes con la criminalidad ha sido una constante en el discurso de la formación liderada por Abascal, este señor se atrevió sin tapujos a usar la inmigración en uno de sus videos de campaña electoral. ¡Qué bajeza!

No es difícil desmentir esta infamia, puesto que el argumento usado por estos señores no está basado en ningún estudio, ni en estadísticas ni en datos oficiales.

En el escenario dado entre el 2000 y 2014, la población de residentes extranjeros en España aumentó de manera exponencial, pasando de representar el 2,28% al 10,74%, según el Instituto Nacional de Estadística (INE). Este porcentaje incluye personas extranjeras con un documento de identidad, un NIE (número de identificación extranjero), y personas extranjeras empadronadas, aunque no tengan un NIE, es decir, indocumentadas.

Durante esos años los niveles de infracciones penales descendieron. Los balances del Ministerio del Interior lo que dicen, la delincuencia se redujo levemente en este mismo periodo, del 45,9 al 44,7%. Mientras en 2018, cuando sí que la tasa de criminalidad tuvo un leve repunte, la población inmigrante también tuvo una ligera disminución, incluyendo personas con NIE y sin él. Estos últimos datos son los que la ultra derecha ataca, desprecia y abomina.

En su discurso también difunden, intentando engañar a la sociedad, que la mayoría de los criminales son personas inmigrantes, que si sales a la calle y te tiran el bolso, seguro es un inmigrante. Esto hay que desmentirlo. Estadísticas oficiales, que relacionen población inmigrante y delincuencia, no existen. En 2018, la mayoría de las personas a las que los tribunales declararon responsables de delitos eran españolas, el 76,3%. En otras palabras, uno de cada cuatro delincuentes era de nacionalidad extranjera.

Explícitamente en sus videos electorales esta fuerza de extrema derecha manifestaba que las agresiones contra las mujeres y las personas LGTBI son cometidas por inmigrantes. Mentira. Según los informes de Interior, la gran mayoría de los investigados y detenidos por delitos sexuales (70,1%, en 2017), sufridos predominantemente por mujeres y los delitos de odio (79,7%, en 2018) -que incluye discriminación por orientación sexual pero también otros como el racismo- eran españoles.

La ultraderecha ha sido especialmente combatiente con los menores extranjeros no acompañados. Niños, niñas adolescentes sin referentes familiares en España, a quienes achaca la comisión de los delitos, sin importarle que se trata de personas no adultas que han tenido que huir solas de sus países. Arremete contra ellas, desamparadas, indefensas. Esto hay que pararlo.

No quiero acabar estas líneas sin decirles a estos señores y señoras de la ultra derecha que han de rectificar de todas las mentiras sobre inmigración que difunden, demostrando su claro ideario xenófobo que es el que realmente altera la convivencia. Rectifiquen señores, rectifiquen señoras.

*Diputada autonómica de Unides Podem en les Corts