Estudiar en la universidad no es un sueño imposible. Hace unas cuantas décadas muchas personas no podían plantearse ir a la universidad, ya que la realidad que vivían (social, económica) les impedía estudiar y les obligaba a incorporarse al mercado laboral a edades muy tempranas. Estudiar no era para todo el mundo, y no necesariamente por falta de interés o de capacidad: por el contrario, el problema residía en la necesidad de aportar una ayuda económica para lograr que la familia pudiera tener un plato caliente. Muchas de estas personas tenían un sueño: poder seguir estudiando algún día, en un futuro cercano.

Lograr incorporarse a la educación universitaria ha sido un objetivo ineludible para muchas personas en las últimas décadas. De hecho, aquellos que muestran interés por poder adquirir conocimientos universitarios tienen la opción de cumplir su sueño y matricularse en una titulación universitaria que les pueda permitir aumentar sus posibilidades laborales. Alumnos de diversos orígenes y condiciones han intentado acceder a los estudios superiores en nuestro país y, afortunadamente, la creación de nuevas universidades en prácticamente todas las provincias ha permitido que, hoy en día, todas las personas puedan optar a matricularse.

El nacimiento de la Universitat Jaume I, en 1991, ofreció a nuestra provincia la oportunidad de contar con una institución de la máxima calidad (tal y como muestran los distintos indicadores nacionales e internacionales), con un objetivo claro, que no es otro que poder ofrecer estudios de calidad para los estudiantes de nuestra provincia. El concepto de universidad pública, de institución abierta a toda la comunidad castellonense, hace que la UJI ofrezca su mano tendida a todas aquellas personas que en su momento no pudieron estudiar, por motivos diversos (personales, laborales, económicos) y que ahora, tiempo después, deciden complementar los conocimientos profesionales adquiridos durante su trayectoria laboral mediante la incorporación a la educación universitaria. Las pruebas de acceso para mayores de 25, 40 y 45 años permiten que estas personas puedan formar parte de la comunidad universitaria.

El objetivo de estas pruebas es sencillo: abrir las puertas de la universidad a personas que muestran su interés por avanzar en ámbitos concretos de estudio. Muchos de nuestros alumnos intentan adquirir unos conocimientos académicos y profesionales de máxima calidad, y la universidad pública ha tratado, históricamente, de dar respuesta a esta necesidad, permitiendo que todos tengan cuanto menos la oportunidad de lograr incorporarse a los distintos grados ofrecidos por la UJI.

Si bien este interés personal por mejorar, por avanzar, es siempre positivo, la situación que estamos viviendo en la actualidad hace que los estudiantes realmente se den cuenta de la importancia de estar bien preparados para poder formar parte de un nuevo concepto de sociedad. Todo está cambiando. El mundo que hemos conocido hasta ahora va a ser distinto. Sin duda variarán nuestros hábitos, nuestros intereses, nuestras costumbres: deberemos intentar volver a nuestra vida anterior tras haber sufrido una situación inesperada, inimaginable hace muy poco tiempo. Y para ello deberemos estar mejor preparados, aumentar conocimientos, ser más competitivos. Será función de la universidad preparar bien a estos estudiantes para optar a mejores posibilidades laborales.

Este año, las pruebas de acceso para mayores de 25, 40 y 45 años se iban a realizar originalmente a principios de mayo, como ha sido costumbre estos últimos cursos. Contamos para esta convocatoria con unas 230 personas matriculadas, una cifra similar a la observada en años anteriores, que se están preparando para poder acceder a nuestras diversas titulaciones. Todos ellos aportan su ilusión, y han estado trabajando duro, preparando diversas asignaturas para poder optar a aprobar las pruebas e incorporarse al grado universitario que hayan seleccionado. No obstante, la actual situación que estamos viviendo, con el confinamiento que sufrimos, ha hecho que las pruebas vayan a sufrir un retraso en la convocatoria de este año. Tan pronto los efectos de la actual pandemia vayan remitiendo propondremos unas nuevas fechas para poder realizar las pruebas de acceso, de manera que los candidatos interesados en poder acceder a la universidad tengan la oportunidad de realizar sus exámenes y, si muestran la competencia adecuada, poder incorporarse a los estudios de grado seleccionados durante el próximo curso académico. Crucemos los dedos y esperemos que la crisis sanitaria actual remita y podamos volver a desarrollar nuestras actividades habituales de nuevo.

Esta nueva realidad que nos está golpeando hace que nos replanteemos muchas cosas que hemos dado por sentadas durante mucho tiempo. Nuestras prioridades están cambiando. Pero la ilusión de los alumnos que han decidido tomar parte en las pruebas de acceso a la universidad para mayores de 25, 40 y 45 años no deben remitir. Hay que mantenerse firme en tiempos difíciles, y saber que es la oportunidad de poder optar a incorporarse a la universidad y demostrar el interés por aprender, por mejorar. Es un momento complicado, lleno de oscuridad. Pero cuanto más oscuro está el cielo, mejor se ven las estrellas.

*Coordinador de las pruebas de acceso para mayores de 25, 40 y 45 años