CARTA AL DIRECTOR

Vivimos cinco personas en una vivienda de 82 m2 sin piscina ni terraza ni jardín. Siempre hemos tomado medidas para reducir el consumo de agua: tenemos reductores de caudal en los grifos, eliminamos la bañera e intentamos hacer duchas breves; los electrodomésticos son de bajo consumo, aprovechamos el agua del aire acondicionado, solo hacemos lavadoras con máxima carga... Pues hemos pagado más del doble de lo que pagamos habitualmente. La factura corresponde a parte del periodo de confinamiento doméstico en el que hemos aumentado la limpieza e higiene de la vivienda y sus ocupantes, pero lo denunciable es que ese extra que nos ha sido impuesto lo pagamos seis veces más caro que el consumo básico. Es inadmisible que en los penosos momentos que estamos viviendo se lucren con las necesidades básicas.

David Calabuig