Cómo hacer que el estudiante cumpla con sus obligaciones y sea cada vez más responsable con sus estudios?

Creo que falta honestidad en la educación, ya que una gran mayoría de los estudiantes no se encuentra realmente en el curso que deben encontrarse, están fuera de su ritmo. Creo, sinceramente, que no existe una clara reforma educativa, y estamos en condición óptima de exigir que se haga bien. De igual manera que un piloto aprende adecuadamente, porque juega con vidas humanas, los niños deben de hacerlo porque son el futuro y el alcohol, la delincuencia, el paro y otras amargas situaciones las que esperan ahí fuera. Por tanto, no deberían de andar despistados.

El presupuesto destinado para Educación el año pasado subió un 10%, situándose en los 3.138 millones. Hablar de esto también requiere hablar de lo que se gasta o se derrocha, y mi primer comentario al respecto es que se está premiando con una subida cuando aún no se sabe o no se quiere saber la causa real del abandono escolar o fracaso escolar. El no querer ser conscientes de esto supone más dinero para lo mismo en la mayoría de los cambios o nuevas etapas.

En el presupuesto destinado en parte para una nueva o no nueva reforma (o con la idea o propósito de reducir notablemente el fracaso escolar o el abandono escolar), se pueden apreciar algunas cosas como:

--Se valora demasiado la capacidad del estudiante de absorber y acumular una cantidad excesiva de datos pero no se tiene en cuenta que las ideas se transmiten por el lenguaje (como he dicho) y que si no se comprende el lenguaje (las palabras) difícilmente se comprenden las ideas. Y se pasa por alto que si no entendemos lo que leemos no podemos observar, puerta principal al conocimiento. Y, además, no se tiene el tiempo para valorar esos datos y comprobar su veracidad por sí mismo por medio de la práctica.

--Un densísimo programa presiona al profesor, y éste al mismo tiempo lo hace hacia el estudiante. Para que se realice en un tiempo sin importar si se ha entendido realmente o no. Esto provoca desorden y lío en el estudiante optando por memorizar como única herramienta sin plantearse si es verdad o no lo que lee. Ahí tenemos la desmotivación.

--El vocabulario que se utiliza en los textos no corresponde a la medida proporcional que el niño debe de aprender paso a paso. Si nos ponemos de acuerdo en este número de palabras a utilizar este año, desde sus inicios en Primaria, no utilicemos otras, y alimentemos de la manera más sencilla ese estricto vocabulario.

--30 o 35 alumnos por clase es un disparate, incluso 20 ó 25 y ya no digo 50, 100, etc. Son 12 los alumnos aproximadamente que debería haber y que con un presupuesto tan grande puede hacerse. La cantidad depende de la formación (capacidad) del maestro, por tanto la calidad de su formación del Ministerio. Ésta es la que habría que revisar por alguien realmente experto no un teórico de la educación. Un 61% de bajas por parte del profesorado situándolo en la más alta laboralmente hablando con otras profesiones es muy alto. El 40% de los profesores nuevos abandona la profesión al quinto año.

*Escritor, conferenciante y director del Centro de Estudios ACE que aplica la metodología de Applied Scholastics (‘www.rogeliolopezgarrido.com’)