Esta legislatura tanto nacional, autonómica o local está llegando a su fin. Y en este último curso podemos observar claramente la ineficacia de los gobiernos actuales frente a las promesas electorales con las que abrían y cerraban todos los discursos allá por el 2015. Su mayoría se han quedado en papel mojado.

Se me ocurren multitud de ejemplos, pero entre ellos, se encuentra el de mi alcaldesa de Benicàssim, municipio del cual soy concejal, que lleva casi 4 años para poner una piedra de la CV-149 que conectaría el núcleo urbano con Castellón en una vía rápida. El otro día, sin ir más lejos en una tertulia política, un concejal de Vall d’Alba se quejaba del servicio de autobús. La N-238, también sigue olvidada. Sigue el problema de las desaladoras construidas bajo unas perspectivas urbanísticas de crecimiento que no se han dado. Granjas de purines en nuestra provincia que ocasionan gastos y que no están en marcha porque no se acoplan a las necesidades de los ganaderos. O, por ejemplo, una Casa de la Cultura en les Alqueries, que se muere del asco y abandonada sin que los gobiernos del Consell, la Diputación o el Ayuntamiento lleguen a un acuerdo pese a las insistencias de Ciudadanos.

Y SI HABLAMOS del servicio de Cercanías ferroviario entre València y Castellón, es más un servicio de lejanías y propio del siglo XIX. No es posible que en las últimas décadas este trayecto no haya mejorado y siga siendo una auténtica pesadilla para turistas, estudiantes y trabajadores.

Quedan pocos meses para ir a las urnas y podamos expresarnos con nuestro voto en unas generales, autonómicas y municipales, y por mucho que ahora los gestores quieran maquillar la legislatura, ya es tarde. Es la cuenta atrás para terminar con las deficiencias y falta de inversiones e infraestructuras en nuestra provincia. Si queremos soluciones a nuestros problemas de siempre no podemos apostar por quienes no los han resuelto estos años. El otro día escuchaba a una persona mayor que yo decir que el servicio de Cercanías a València tardaba exactamente el mismo tiempo que cuando él iba a la universidad. Entre sus viajes al centro Universitario y los actuales han pasado 30 años. Es el momento de avanzar. Nuestra provincia no puede permitirse perder un minuto más en las acusaciones entre el bipartidismo, incapaces de conseguir un AVE en condiciones para Castellón como sí tiene València. Nuestro AVE comparte vía con los trenes de Cercanías y eso hace que circule a una velocidad ridícula, tan ridícula que fue incapaz de llegar puntual ni el día de su presentación, con el expresidente de España a bordo.

PSPV y Compromís se han centrado en cambiar calles, el nombre de nuestra ciudad o imponer un sistema educativo a nuestros hijos, coartando la libertad de elección, olvidando los verdaderos problemas de los castellonenses.

Si queremos avanzar como provincia, si queremos atraer oportunidades e inversiones debemos de dejar atrás a quienes nos han traído a esta situación. Es la hora de dejar atrás 40 años de bipartidismo para apostar por un modelo liberal, patriota y moderno capaz de devolver las oportunidades a esta tierra.

*Portavoz de Ciudadanos en la Diputación de Castellón