Frank Underwood, protagonista de House of Cards, tenía frases muy buenas. Una de las que más me gusta es la de «la generosidad también es una forma de poder». A Ximo Puig también deben gustarle las frases de esta serie, y esta en particular la toma de forma literal, ya que ejerce su poder con actos de enorme generosidad con su familia.

Desde que Puig es presidente, las empresas de sus hermanos han incrementado sus ingresos en un 290% tras tres años de pérdidas. Dos juzgados, la Fiscalía Anticorrupción, la Agencia Antifraude y tres Consellerias ya investigan los más de 1,2 millones en subvenciones dadas a la familia de Puig. Y es que ya lo decía el socio del hermanísimo: «Cuando Ximo gobierne, nos vamos a forrar».

Parece que la hoja de ruta de la izquierda valenciana es saquear el dinero de los valencianos a la vez que cambian el imaginario de la sociedad valenciana, con el único límite el de los tribunales, que de vez en cuanto les paran los pies.

El Gobierno valenciano cuenta con más de 330 altos asesores y altos cargos que han disparado el coste de la Administración, Puig ha incrementado en un 47% el número de altos cargos y asesores y le ha subido el sueldo al Consell dos veces en apenas cinco años.

Dinero de todos ganados en enchufar amigos y familiares, y mientras, en Castellón volvemos a ser campeones, en la peor gestión sanitaria de la historia, el Hospital Provincial a la cabeza, más de 246 días de espera para una intervención quirúrgica, más de 9.000 castellonenses esperando su intervención, una auténtica vergüenza.

Tampoco se salva el PSPV de la Diputación de Castellón de los tratos de favor. El presidente, con ese halo de consenso y buenas formas, ha consentido que con el dinero de los castellonenses se promocione, por el morro, la casa rural de una concejala del PSOE de Cabanes.

Ya es casualidad que de entre los más de 400 alojamientos rurales de esta provincia en el vídeo de promoción turística pagado por la Diputación de Castellón aparezca el de la concejala socialista. Pues eso, la izquierda ejerce su poder con generosidad, hacia sus afines, por supuesto.

Y solo hay que echar un ojo a los asesores de la Diputación: familiares, hijos de, alcaldes socialistas, parejas de alcaldes… La familia por encima de los profesionales, pagar con el dinero de todos la promoción personal de gente del PSOE. Sin complejos, sin tener vergüenza, sin que les importe nada. Absolutamente nada.

Esa es su forma de entender la política: la de usar las instituciones para los suyos y mientras han aplicado graves recortes en materia de sanidad y en lo que la Diputación destina a los diferentes municipios. Un despropósito.

*Diputada provincial del Partido Popular