Escribirles hoy, sábado, primer día de lo que sería nuestra Magdalena, significa contrastar demasiadas realidades. Como alcaldesa de Castelló me gustaría invitarles a participar de nuestra gran fiesta, de la hospitalidad y estima que nos caracteriza, de nuestras tradiciones. Pero, hay que decir con mucha tristeza que es la segunda suspensión, que no vamos a disfrutar de estos días, que el món de la festa ha vuelto a ser emotivamente responsable con la situación, que esta ciudad sigue siendo sensata, noble y solidaria. No sé qué escribir cuando, frente a mi responsabilidad como alcaldesa, este sábado, y mañana día de la Romería, revuelve mis recuerdos, esa fiesta arraigada desde niña, la Magdalena de mis hijas.

Añoro cada día de nuestra semana grande. Imagino el pesar que nos envuelve hoy a todas las vecinas y vecinos de Castelló. Tenemos que seguir fuertes y combativos. Estamos luchando por acabar con este virus y vamos a conseguirlo. Nuestra Magdalena es la fiesta castellonense de la solidaridad y la estima, por lo que vuelvo a apelar a la responsabilidad ciudadana, para que durante estos próximos días hagamos un esfuerzo más y sigamos siendo responsables con nuestros hechos. Nos jugamos demasiado.

Hoy, por otra parte, nos acerca al 8-M, una fecha en la que la lucha de las mujeres sigue siendo urgente, esencial y necesaria. Cada 8 de Marzo, desde que en 1975 la ONU declarara el Día Internacional de la Mujer, debemos reivindicar la igualdad porque, si dejamos de hacerlo, los derechos de las mujeres en la vida real nos aboca al abismo. Y más en estos momentos tan difíciles en los que la derecha cavernaria y la ultraderecha están sembrando la opinión pública de vejaciones y mentiras contra las mujeres y los diferentes movimientos feministas.

Reitero mi compromiso con la consolidación de la igualdad entre mujeres y hombres, plena y efectiva, esencial para el avance de nuestra sociedad y democracia. Me sumo a las declaraciones institucionales de la ONU, y también de los gobiernos socialistas ante el Día de la Mujer, en medio de la grave pandemia que sigue afectándonos y que está provocando una crisis social y económica sin precedentes desde que comenzó hace ahora un año. Las mujeres han estado, y siguen estando, en la primera línea de la crisis del covid-19. Siguen siendo imprescindibles y han estado combatiendo como trabajadoras de la salud, ciencia e investigación, de servicios, como cuidadoras… La crisis ha puesto de manifiesto el trabajo esencial de las mujeres así como su desigualdad, discriminación y las cargas desproporcionadas que soportan todas ellas. El lema internacional del 8-M para este año, «Por un futuro igualitario en el mundo de la Covid-19», no puede ser más acertado.

En este sentido, insisto, una vez más, en la importancia de empoderar económicamente a las mujeres desde las administraciones públicas, dotándolas con recursos y ayudas específicas para que puedan acceder al mercado laboral, a formación y a vías de integración e igualdad social. Es imprescindible. Desde el Ayuntamiento de Castelló aplicamos una gestión con perspectiva de género. Por eso seguimos defendiendo e impulsando cada día políticas para la igualdad, incrementando los recursos destinados a nuestras vecinas. No se olviden, las mujeres son imprescindibles para que esta sociedad siga avanzando. H

*Alcaldesa de Castelló