Querido/a lector/a, esta semana ha habido un par de noticias, de esas que llegan por Whasapp y destacan la opinión de algún dirigente político, que me han alegrado los días. Por cierto, las dos hacían referencia, mira por donde, a declaraciones de Felipe González.

Pero si digo mira por donde no es de casualidad. Es porque me resulta difícil de creer. Y es que, a pesar de que reconozco a F. González como uno de los personajes esenciales en la consolidación del cambio democrático y la modernización de España (que no es poca cosa), en estos últimos tiempos y en temas que afectan a la renovación y democratización del PSOE y su política,lo he visto conservador y cercano al posibilismo político de la Unión Europea. Me generaba la impresión que era alguien muy tradicional que, a pesar de su saber, no se daba cuenta de que la socialdemocracia, con su política clásica, pierde espacio hasta el extremo de que en varios e importes países de la UE,o no existe o se está difuminando. Por eso, cuando leí que F. González felicita al presidente Pedro Sánchez por el acierto del acuerdo de los presupuestos con Podemos, me alegré en la medida en que considero que acepta políticas más atrevidas, nuevas alianzas y nuevas mayorías que van más allá de lo posible e intentan lo necesario y urgente. Pero, lo que también me animó fue ver que al tiempo solicitaba un nuevo contrato social y político porque el mundo de hoy, con la globalización, el desarrollo tecnológico, la demografía, la presión de los iliberales que quieren recortar la democracia, etc., nada tiene que ver con el que surge de la II Guerra Mundial y reclama de los agentes sociales económicos y políticos que, con nuevas políticas cooperativas, eviten los signos de este tiempo (paro masivo, exclusión social, frustración de los jóvenes, etc.) y se pueda mirar al futuro con esperanza porque se defiende el bien común, a la mayoría. Así es que: Felipe, por ahí sí.

*Analista político