Feliz sanidad

Esta noche será una noche complicada. Inusual. Diferente. Posiblemente un poco o muy triste. Seremos menos de los que deberíamos haber sido. Posiblemente con tantos langostinos, turrones y cava como podríamos haber tenido si hubiera sido una Nochebuena normal. Una Nochebuena de cálculos, de elegir con quien sí y con quien no. De abuelas cenando solas en casa porque su marido ya no está y sus hijos y sus nietos no deben estar. Preguntándose si estas serán las últimas Navidades o si todavía podrán disfrutar de alguna más.

Menudo dilema ético se ha generado: cenar con la familia no conviviente con el riesgo de que se infecte del virus y pueda fallecer, o quedarse en casa en la que podría ser la última de sus Navidades. Dilema triste y de difícil solución. Posiblemente en muchos casos la tecnología lo solucione con una videoconferencia a la hora de los postres.

Por otro lado, tenemos al grupo de los descerebrados. Esos que se creen más listos que los demás, seguro que incumplirán las normas. Son esos que se creen inmunes a todo, o asintomáticos o, sencillamente, que si se contagian lo van a pasar con facilidad.

Estos, que son los menos, pero los que más se quejan después, dentro de 14 o 15 días estarán dando la murga al médico o a la enfermera de guardia. Incluso amenazando o agrediendo a los sanitarios que les dirán que tengan un poco de paciencia para hacerles el PCR correspondiente.

Pero bueno, tenemos la tranquilidad de que la sanidad española es pública y curará incluso a esos irresponsables. El problema será si se colapsa. Tendremos una sanidad pública, responsable y colapsada, y eso hace que las cosas no pinten bien.

En fin, que cada uno mire su horóscopo para este próximo 2021 en la sección de salud y si te pone que va a coger el coronavirus, que se ponga la vacuna. Si no te lo auguran los astros haz lo que en conciencia creas que es mejor para los tuyos y para ti. H

*Urbanista