En Benicàssim tenemos más de una decena de festivales, grandes y pequeños. Los de mayor impacto, FIB y Rototom, acercan a centenares de miles de personas en cuatro días. Los pequeños, como el Blues o el Formigues Festival, superan las varias decenas de miles. Para que todo el mundo lo sepa y sea consciente de quien da a su apoyo a estas iniciativas, les explicaré que la Diputación es la única administración que ayuda. El ayuntamiento pone las estructuras y todos los dispositivos urbanos necesarios y, por supuesto, les da el respaldo institucional necesario. Las Generalitat valenciana aporta 0 euros, 0 esfuerzos, 0 ayudas, vamos, cero pelotero a la marca turismo de festivales. El nuevo decretazo turístico que se han inventado Puig y Colomer para tratar de eliminar las Diputaciones, no sólo va a perjudicar a toda la provincia de Castellón, sino que adolece de ningún tipo de realidad del impacto turístico actual. Cada uno de esos festivales, en Benicàssim significa más de 1.500 contratos de trabajo. Con lo cual deja en la calle a muchas personas que confían con esos ingresos salariales.El afán del oportunismo político les lleva a reinventar lo inventado (Benicàssim ya es ciudad de festivales) en lugar de gestionar y gobernar con hechos. Lo que se necesita es concretar ya, el apoyo de la Generalitat y no meras declaraciones de lo ya consolidado, inventado y trabajado desde los municipios. H

*Alcaldesa de Benicàssim