Querido lector:

Hay que dar la enhorabuena a todos los equipos organizadores de las cabalgatas de Reyes celebradas en la provincia. Con más o menos presupuesto, con más o menos innovación, y sobre todo con la normalidad que requiere la ocasión --sin las polémicas que se han suscitado en otros lugares como Madrid o Valencia--, la gran mayoría han cumplido con creces las expectativas de los más pequeños, que al fin y a la postre es lo que de verdad importa.

Pero especialmente hay que destacar la cabalgata de la capital, la más numerosa de la provincia y por tanto la que más responsabilidad requiere. Y creo que es justo resaltarla por varios motivos. En primer término, porque era el primer acto festivo masivo que organizaba la nueva Junta de Festes que encabeza Juanvi Bellido. Un reto con nota alta si tenemos en cuenta el escaso margen de tiempo con el que han trabajado y están trabajando, para este evento y sobre todo para la temprana Magdalena 2016.

En segundo lugar, porque además de ser un éxito de público y de organización, la nueva Junta ha sido capaz de innovar, de darle más cuerpo y enjundia y de hacerla más popular. Y no con estruendos ni alharacas, sino con más trabajo y con la gran idea de implicar a colectivos propios de la ciudad que con su participación han logrado dotarla de carácter propio y de más vistosidad.

Y en tercer lugar, y esto es menos público y más propio de la trastienda de las cosas, la nueva Junta ha sabido huir de las inevitables intromisiones políticas municipales, que en principio podían ser entendibles al ser también su primera cabalgata, pero que en general no deberían haberse producido. Al final se impuso la coherencia de que la fiesta la debe organizar quien sabe de la fiesta, que no son otros que los propios festeros, y de ahí su éxito. Aunque escaparse de esas injerencias no fue posible en todo y la cabalgata en el tramo de la calle Mayor no tuvo la altura que en el resto de tramos por el argumento de la seguridad.

Ahora solo resta esperar que para la Magdalena 16 se siga el mismo criterio. La fiesta, por los festeros.