Ellas ya saben que el máximo esplendor de su reinado, tendrá lugar en septiembre por Santo Tomás de Villanueva, aunque después repetirán su protagonismo a partir de enero, en las fiestas de Sant Antoni Abad y, a continuación, en Santa Águeda. Naturalmente estoy hablando --y felicitando-- tanto a Claudia Salguero como a Cristina Ballester, las nuevas reinas de las fiestas de Benicàssim. No fue tan fácil efectuar nombramientos en algunos de estos años anteriores, pero en esta ocasión el Ayuntamiento manejó las sonrisas y las figuras de 18 damas interesadas.

Y de las 14 niñas, dos aspiraban a ser nombradas reina infantil. Las cuatro ya más mayorcitas, manejaban la opción de ser la reina mayor. Todo natural y envuelto en la emoción de unos días que ya fueron festivos para ellas y sus familias. Raquel Pilar Galindo, Andrea Molés y Águeda Ibars formarán la corte de honor de la reina. Y estas son las damitas infantiles: Marta Mas, Rocío Herrero, Sara Fabregat, Martina Pallarés, Oihane Clausell, Lucía Fernández, Martina Ramón, Ana Salvador, Lola Bellido, Lucía Rojas, Paula Porcar, Irene Rull y Blanca Mascuñán. Como sé que hay gente suficiente, contando con la gran cantidad de padres, madres, hermanos y abuelos que se interesarán en las fiestas por cada festera, cualquier día empezaremos a oír aplausos desde la orilla del mar. Y tenemos la suerte que de todo nos irá informando a su tiempo Eva Bellido, amiga y corresponsal del periódico.

Otra dama que me tiene interesado estos días, porque se ha acercado hasta mis torres y castillos de arena, es una doctora en Filología Hispánica, madrileña y muy culta, que ya conocí hace casi treinta años.

--“Lo mío es la Historia de la Lengua”, me dice. “Y ocurre que a veces en los diccionarios hay palabras fantasma, que no existen, son erratas. También hay hápax, que solo se han detectado una vez y existe la duda de si es un error de transmisión o si verdaderamente existió esa palabra”.

--Oiga, oiga, aprovechando que está usted aquí en la Almadraba, ¿qué es la palabra ecdótica?

--Pues consiste en asegurarte de que el texto que lees se corresponde con lo que el autor escribió, en eliminar el ruido de la transmisión textual.

--Madre, ¡qué lío! Es bastante curioso ver la cantidad de mujeres que se dedican a investigar ese tipo de cosas.

--Fíjate que, en Filología, es el 70 por ciento la cantidad de alumnas en las universidades. Y la mitad son ya profesoras titulares.

--Como cambian los tiempos, ¿no?

--Sí, poco a poco. Pero me dicen que usted todavía escribe con la máquina Olivetti de siempre.

--Y eso, ¿no le parece bien?

--Bueno, me río, aunque lloro por dentro. Y te diré que los que no leen literatura no saben lo que se pierden. La literatura nos ayuda a saber lo que somos en este mundo actual.

--Deme una esperanza, por favor.

--El drama de nuestro país es la educación. Se dedican demasiado pocas horas a la literatura en colegios e institutos.

--Yo solamente estoy esperando a Lorenzo para ir en busca del humo de los barcos, en esta playa de Benicàssim. Ya leeré esta tarde. H