Esa es la palabra que utilizó hace unos días, la exministra Fátima Báñez, para justificar la Reforma Laboral del 2012. De la cual se enorgullece afirmando que creó empleo estable y de calidad. Como siempre, demostrando que tiene unas ideas bastante particulares, ya que no olvidamos cuando su receta para reducir el paro y crear empleo, era rezar a la Virgen del Rocío. Tal cual. Independientemente de las creencias religiosas de cada uno, yo creo que la Virgen, está para otros menesteres. Pero así era, y así es, Fátima, que por cierto ha fichado por la farmacéutica Rovi. Que curioso, la de los supositorios.

Pero volviendo a la flexiseguridad, yo creo que la exministra oyó campanadas, y se quedó sólo en la primera parte del espíritu de la flexiseguridad cuando se gestó, concretamente en Dinamarca, ya que hace referencia a la libertad empresarial para contratar y despedir trabajadores en cualquier momento. De ahí no pasó, se ve que el resto no interesaba, como cuando hace mención de una respuesta activa del Estado en la Formación y recolocación de los trabajadores, y una alta protección por desempleo.

Aquí se hizo directamente un traje a medida de las empresas. Y el resultado no deja lugar a dudas, mayores beneficios para las empresas, y peores condiciones, sobre todo económicas, para los trabajadores. Lógicamente, estoy generalizando, porque hay que reconocer que muchas empresas no utilizaron las ventajas que le ofrecía el Gobierno de Rajoy, para empobrecer a sus empleados. Entre las cuales se encuentra el despido en caso de baja, aunque sea justificada. Y en lo referente a la negociación colectiva, la ultraactividad de los convenios, y la prevalencia del convenio de empresa sobre el de sector. Ambos supuestos, han perjudicado notablemente a los trabajadores, teniendo el ejemplo claro del Convenio de Hostelería de la provincia de Castelló, sin negociar y actualizar desde el 2013. Y la proliferación de los convenios de empresa, con el consiguiente empeoramiento de las condiciones de los trabajadores y trabajadoras de dichas empresas, además de generarse una competencia desleal con el resto de empresas del sector que no habían actuado de este modo.

AUNQUE DESDE UGT, seguimos demandando la derogación de esta reforma, entendemos que las medidas más urgentes y que repercuten directamente a los trabajadores y trabajadoras de este país, son las apuntadas anteriormente, más la modificación de la contratación, y algo que ya se ha hecho como es la subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI).

Había que tomar medidas, y se están tomando. No se está destruyendo España, como decían algunos, todos sabemos quienes, y desde UGT apoyaremos las medidas que vayan en la línea actual, pero no hay que pararse. Quedan temas tan importantes como las pensiones, la igualdad, la violencia de género (no la intrafamiliar señores de Vox). Por cierto, ¡que imagen! la de los dirigentes de Vox en una manifestación de agricultores. Solo faltaba el caballo de Abascal. ¿Se enteraron los de Vox, PP y Ciudadanos que el problema del campo no era la subida del salario mínimo? Creo que va siendo hora de dejar los intereses partidistas y remar todos en la misma dirección.

*Secretario intercomarcal UGT Comarques del Nord