Dijo Henry Ford que los que renuncian son más numerosos que los que fracasan pero, por desgracia para Vila-real, en nuestro caso tenemos un alcalde que ha renunciado y ha fracasado y, lo que es peor, quiere culpar de todo a los vecinos de Vila-real. Cuando uno gobierna debe asumir que va a beneficiarse de los éxitos pero que, cuando se equivoca, debe pedir perdón y asumir responsabilidades. En Vila-real hemos perdido 17 millones de euros de fondos europeos y el alcalde, por increíble que parezca, intentó justificar este fracaso inventándose una conspiración contra Vila-real por tener un alcalde socialista, un argumento que no se sostiene porque el Gobierno sí ha concedido las ayudas a Almassora, Borriana, Castellón, Onda... Todos gobernados por el PSOE.

Los errores del alcalde nos hacen perder 17 millones. De la misma forma que Benlloch ha apostado por Susana Díaz, la gran perdedora del PSOE, el desastre de su gestión nos hace perder a todos. Pero en lugar de asumir la responsabilidad por ser un mal gestor decide reprobar al presidente de la Diputación, Javier Moliner.

La bipolaridad política de Benlloch no tiene límites porque hasta hace pocos días defendía al presidente de la Diputación por su apoyo a Vila-real, por su capacidad de acordar y de ayudar y tender puentes. Y, de repente, cuando se le lleva la contraria, decide aprobar un teatro más como es la reprobación al presidente de la Diputación, gracias a la sumisión absoluta de Compromís.

El PP seguimos estando al lado de los vecinos y de aportar y ser útiles, no queremos utilizar el Ayuntamiento como sede de un partido político, que es lo que hace el alcalde. Benlloch ha perdido los nervios y los estribos hace tiempo y, si alguien no opina como Benlloch se convierte en enemigo. Cuando el verdadero enemigo de Vila-real es un alcalde que sube impuestos, gasta más de lo que se ingresa y se equivoca tanto.

*Portavoz del PP en Vila-real