El gobierno de España se encuentra cada vez más alejado de la realidad. Ajeno al drama sanitario y económico que se nos viene encima. Mientras la economía se desploma y los hospitales se saturan, este gobierno dedica su tiempo a ampliar la ley de memoria histórica, a subvencionar el cine africano y a estudiar el cambio climático con perspectiva de género.

Este gobierno vive en Frikilandia, el lugar en el que los sueños son más importantes que la realidad. Donde los anhelos dogmáticos de un pasado que nunca fue dominan el futuro que jamás será. La tierra en la que la realidad, la cruda realidad, se niega con terquedad. La patria de los pseudointelectuales de una izquierda que no sabe qué quiere ser de mayor.

Y a nivel autonómico no pinta mejor. El alcalde de Valencia, Joan Ribó , ha afirmado que realizar test masivos PCR tiene costes logísticos y económicos no justificados. ¡Que baje Dios y lo vea! ¿No está justificado saber quién está infectado? ¿De qué pino, bien alto por cierto, se ha caído este hombre? Él, precisamente, dirige un ayuntamiento en el que se despilfarra el dinero público subvencionando entidades chiripitifláuticas y que, para más mofa y bufa, es víctima de estafas millonarias. ¿Cómo puede decir algo así? ¿Hacer test masivos PCR no está justificado? Este país no tiene remedio. Nuestros políticos tienen el alma y el cerebro empadronados en Frikilandia. H

*Escritor