Por fin volvimos a tener un pleno presencial en el Ayuntamiento de Castellón tras seis meses y una denuncia desde el PP al Síndic de Greuges. Un pleno que sirvió para corroborar que el rodillo del tripartito liderado por el Partido Socialista continúa anteponiendo sus intereses políticos a las necesidades de los castellonenses.

En el pleno debatimos por enésima vez sobre la falta de ayuda a los comercios y hostelería, pero el resultado fue el mismo que en el resto de ocasiones, el voto en contra del tripartito. Una campaña de 5.000€ para repartir entre todos los comercios a cambio de mantener el negocio hasta final de 2021, mientras en la propaganda de la campaña se han gastado 20.000€, esto ya le sirve al PSOE para decir que ya les ayudan y vetar cualquier propuesta sobre bajadas de impuestos o para revitalizar el comercio local, ayudar a la hostelería y a todos los empresarios y trabajadores del ocio nocturno, un sector al que se esta dejando morir y que generará más de 600 desempleados en la ciudad.

En el mismo pleno, en un momento de rebrotes donde en la Comunitat Valenciana no se han hecho test a los profesores a diferencia de la Comunidad de Madrid que identificó 2.000 positivos gracias a los test, el PSOE de Castellón se opuso a poner la enfermería escolar en cada colegio como sí que hacen otras comunidades y como recomiendan las organizaciones sanitarias para no confinar colegios enteros a la primera y dar soporte sanitario a los niños en una situación de colapso de nuestra sanidad valenciana.

La admisión en dicho pleno de la alcaldesa Marco de que votó en contra de los intereses de Castellón en la FEMP favoreciendo los intereses de su partido y Sánchez para quedarse los remanentes de los ayuntamientos, da las claves para entender por qué anteponen su interés político al de los castellonenses. Una alcaldesa débil con los fuertes y fuerte con los débiles. H

*Secretario General y Portavoz Adjunto PPCS