Al igual que el resto de ciudades de nuestra provincia, el futuro de Vinaròs se decide en gran medida por las inversiones en infraestructuras, que ayudan a nuestros vecinos y empresas a mejorar y ampliar sus oportunidades de negocio, y que por tanto son útiles para los vinarocenses.

Cuando en Madrid ha gobernado el PSOE, en nuestra comarca han llegado inversiones como el proyecto Castor y sus 1.700 millones de euros dilapidados en el mar. También las desaladoras, que ni tan siquiera están en marcha por ser un desastre económico para los municipios y los agricultores, así como a nivel medioambiental.

Por el contrario, con los gobiernos del Partido Popular, la comarca del Maestrat ha visto cómo la variante de la N-340 entre Vinaròs y Peñíscola se ha construido y está en funcionamiento con una inversión superior a los 80 millones de euros. Era una petición de toda la comarca que ha sido escuchada y, lo más importante, ejecutada por un gobierno responsable y que trabaja bastante más de lo que habla.

El inminente inicio de las obras en el puerto de Querol (N-232) con otros 40 millones de euros de inversión, también será vital para que nuestra comarca, y Vinaròs como su capital, pueda seguir desarrollando el turismo y las conexiones con otras partes de España que generen sinergias económicas y sociales.

Han mejorado las conexiones de los Cercanías al pasar de tres a cuatro frecuencias diarias, el AVE a Castellón o el Corredor Mediterráneo son otras realidades, al igual que la puesta en marcha de los estudios de la A-7 y en todos ellos hay que recordar que se han materializado en el periodo con la mayor crisis económica de las últimas décadas, provocada por la irresponsabilidad de los gobiernos socialistas de Zapatero. Hay gobiernos… y gobiernos.

*Diputado provincial