El 13 de junio de 2015 PSPV y Compromís decidieron pactar para dividir nuestro ayuntamiento. Dos alcaldesas, dos equipos de asesores y dos gabinetes de comunicación. Fractura estructural y económica, con departamentos estancos, cuyas diferencias afloran en las comisiones informativas. Sesiones a las que ustedes no tienen la oportunidad de asistir, y en las que PSPV y Compromís se cruzan acusaciones, evidencian su malestar y falta de criterio.

El talante y el diálogo son necesarios para garantizar que las diferencias nos hacen crecer. Siempre he creído que por muy opuestas que sean las posturas, nuestra grandeza es la de alcanzar consensos y llegar a un acuerdo. Lamentablemente, esa entente nunca estuvo en la agenda de PSPV y Compromís.

Hemos perdido un millón de euros para modernizar nuestros polígonos. Esos cuyos empresarios denuncian el abandono de la iluminación, el mantenimiento de la jardinería o la conservación de infraestructuras. Y lo hemos hecho porque a la alcaldesa del PSPV sencillamente no le apeteció trabajar.

Hemos perdido las ayudas para nuestros caminos rurales. Esos que son fuente de riqueza y emblema de un pueblo que ha crecido y modernizado de la mano de la citricultura. Merche Galí también pasó de la convocatoria.

Hemos ignorado a los vecinos de Almassora que el 9 de marzo de 1810 dieron su vida para defender esta tierra privilegiada. A quienes hace más de dos siglos se enfrentaron a las tropas napoleónicas para proteger nuestro pueblo. Merecían un homenaje, pero ya saben, a la alcaldesa socialista de Almassora, o se lo organizan o no mueve un dedo.

Y con esa fractura hemos perdido cuatro años. Con infraestructuras paralizadas, como el Regina Violant, la pantalla verde o el edificio 167. Con vecinos a los que se les niega la palabra, como Boqueras, como la playa. Y con una sangría de subvenciones que en lugar de posicionar a nuestro pueblo para garantizar nuestro liderazgo en materia económica, nos ha arruinado.

Este proyecto que tengo la suerte de liderar es el de mi pueblo. Porque estoy convencida de que si escuchamos a nuestros vecinos, ponemos en común ideas y devolvemos el protagonismo a quienes nunca debieron dejar de tenerlo, Almassora liderará el crecimiento. Porque mis vecinos son los que mejor saben lo que necesitan, cuándo lo necesitan y cómo deben gestionar el dinero que les han negado a fuerza de subir impuestos. Porque si ellos hablan, Almassora gana. Solo hace falta escucharles, servirles y trabajar por ellos.

*Candidata PP Almassora