Tras las elecciones del pasado domingo se ha trazado un nuevo escenario político que desembocará en un nuevo Gobierno de progreso para el país. El rápido acuerdo alcanzado por Pedro Sánchez y Pablo Iglesias para la formación de un Ejecutivo de coalición, a expensas del respaldo de otros grupos políticos de los que se espera que actúen con sentido de la responsabilidad, permite atisbar un horizonte en el que desarrollar políticas progresistas que redunden en la justicia social y en el bienestar de la ciudadanía.

Es un contexto propicio para Castelló, pues la alineación de fuerzas progresistas en el Gobierno central, la Generalitat, la Diputación Provincial y el Ayuntamiento de Castelló abre vías de comunicación y colaboración institucional que plantea nuevas oportunidades para la ciudad y para la provincia. No obstante, uno de mis cometidos como alcaldesa de Castelló es reivindicar, gobierne quien gobierne en Madrid, todo lo necesario para que nuestra ciudad prospere.

Lo dije en el mitin del PSOE celebrado hace unos días en la Pérgola ante Pedro Sánchez, y lo repito ahora en estas líneas: Castelló es mi preocupación y seguiré trabajando y exigiendo a las administraciones que recibamos, ni más ni menos, que lo que nos corresponde en materia de infraestructuras y financiación. Las deudas pendientes con la ciudad, con la provincia y con la Comunitat deben saldarse. Dentro de poco será una realidad la liberalización de la AP-7 --gracias a un Gobierno socialista, por cierto-- y espero que en los próximos años podamos ver materializados proyectos clave, como lo es el del corredor mediterráneo.

Pero si hay un reto que este nuevo Gobierno debe afrontar con convicción es la financiación local y autonómica. Sobre la segunda ya llevamos tiempo hablando, pero no tanto sobre la primera. El papel de los ayuntamientos debe ser puesto en valor como la administración más cercana que aborda los problemas de la gente, a menudo sin recursos necesarios y asumiendo cada vez más competencias sin financiación adicional. No se puede posponer el debate de las administraciones locales, del peso que deben tener en el mapa institucional y de la necesidad de una financiación justa para impulsar las políticas municipales, que son las más próximas a la ciudadanía, las que repercuten en el día a día de vecinos y vecinas.

Por eso, seguiré aprovechando cada oportunidad que tenga para alzar la voz por Castelló, para trasladar nuestras necesidades al Gobierno. Los y las progresistas tenemos grandes esperanzas depositadas en esta nueva legislatura, pero no podemos caer en la autocomplacencia. Estoy segura de que tenderemos puentes con Madrid, de que las puertas estarán abiertas y el diálogo fluirá, pero no bajaremos la guardia en la defensa de los intereses colectivos de los castellonenses.

Esperamos del futuro Gobierno progresista que sea sensible a las reivindicaciones de la Comunitat Valenciana, que no se olvide de lo que representa esta autonomía para el conjunto del país. Sánchez es el presidente que más veces ha visitado Castelló y confío en que seguirá haciéndolo en los próximos años con buenas noticias para esta tierra.

*Alcaldesa de Castelló