Gobernar en coalición nunca es fácil, y más si se carece de experiencia. Ahora mismo, el Gobierno de España es de coalición y se producen descoordinaciones, desencuentros y discrepancias, que han aparecido muy pronto, cuando solo lleva menos de dos meses de funcionamiento.

PSOE y Unidas Podemos (UP) han protagonizado una semana repleta de recriminaciones en público sobre la ley de libertad sexual después de unas primeras discrepancias sobre inmigración y el conflicto del campo. El desencuentro provocó que se adelantara al viernes una reunión de coordinación de ambos partidos prevista para esta semana. En ella, PSOE y UP declararon que lo sucedido no volverá a ocurrir. Lo sucedido ha sido no solo por falta de experiencia -UP está transformándose en un partido como los demás-, sino porque ha podido más el deseo de apuntarse un tanto que la necesidad de preparar las leyes conjuntamente y teniendo en cuenta a todos los ministerios implicados. PSOE y UP compiten por el mismo electorado, lo que complica gobernar en coalición y hace que se imponga el escepticismo cuando prometen que no volverá a pasar.