Un buen gobierno a la valenciana se distingue por cinco cuestiones básicas: recibir más dinero del Estado; llorar mucho; hacer del lamento el leitmotiv de cualquier discurso; trabajar poco; gastar mucho; hacer reuniones vistosas y conseguir que los ayuntamientos paguen la mayoría de las ocurrencias que tenga el president o sus consellers. Con estos ingredientes no hace falta que les diga cuál es el resultado final, una auténtica bomba de relojería que tarde o temprano estallará. La ruina para nuestra tierra. Lo que me sorprende es que haya gente que algo así lo vea esperanzador, yo lo definiría como temerario.

La Generalitat tendrá este año 1.500 millones de euros más que el anterior; pero al Consell le parece poco y ,cómo no, a llorar, que están haciendo bueno a Calimero. Y sale la señora Oltra, diciendo que le den la lista de los niños que hay que sacar de los colegios, o la lista de los enfermos que hay que sacar de los hospitales porque el gobierno a la valenciana no tiene dinero. Vicepresidenta, un consejo: pruebe a trabajar; vestirse de fallera, hacer de Celestina entre Sánchez e Iglesias o darse autobombo no sacará a la Comunitat adelante. Ya lo ven, el gobierno a la valenciana es puro populismo y cero gestión. Y como decía un periodista argentino, el populismo ama tanto a los pobres que los multiplica, así que cuidado. H

*Diputada autonómica PP