A medida que pasa el tiempo y más nos acercamos al final de la prórroga que marca la Constitución para alcanzar un acuerdo de gobierno, más temor existe hacia la deriva a una España a la valenciana o, lo que es peor, a una España de lo imposible. En el horizonte más próximo se vislumbra una España en manos de un gobierno radical conformado por una coalición de izquierdas o un gobierno antinatura, de imposible convivencia. Entre una carretera a ninguna parte, yo apuesto por un gobierno de mayoría, un gobierno de consenso, un gobierno sólido y con experiencia; un gobierno del Partido Popular.

El 20-D, más de siete millones de españoles aprobaron y respaldaron con su voto la gestión de un gobierno que ha demostrado ser capaz de poner en marcha reformas duraderas para el futuro de España. Como cargo público y defensora de la democracia, creo que debería respetarse la voluntad popular. Lo contrario sería un gobierno de minorías y un ultraje a los intereses de la mayoría. Frente a la amenaza de los gobiernos de calzador, que hacen peligrar el estado del bienestar, creo que aún es posible virar el rumbo de España. Quedan 31 días, 31 oportunidades para actuar desde la racionalidad y evitar una situación que supondría una España de crispación y retroceso. Aún es posible que haya voluntad, responsabilidad y consenso para decantarse por la experiencia y frenar los gobiernos de lo imposible. H

*Senadora del PP