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La encuesta preelectoral del GESOP que hoy publica este rotativo coincide con todos los sondeos en dos cuestiones fundamentales: el electorado votará prácticamente igual que hace seis meses, pero el mapa político sufrirá un cambio trascendente debido a la alianza entre Podemos e Izquierda Unida (IU), que pasarían a ser la segunda fuerza parlamentaria, tanto en votos (lo que ya conseguían el 20-D si se hubieran sumado sus papeletas), como en escaños, auténtica medida de la contundencia del sorpasso. El sondeo, efectuado entre el 3 y el 7 de junio, avanza la victoria del PP, aunque con una cierta baja en relación al 20-D y coloca a la formación de Pablo Iglesias como segunda fuerza en todos los apartados: intención directa de voto, empatada con el PP; preferencias para la presidencia e intención de voto.

Según el sondeo, el electorado, en contra de lo que se pensaba, premia a los extremos que no facilitaron un acuerdo tras el 20-D y castiga a los partidos que pactaron: el PSOE perdería entre 6 y 10 escaños, y Ciudadanos (C’s) se estancaría o subiría ligeramente.

Si las urnas confirman estos datos, el PSOE se enfrentará al gran dilema de permitir, con su abstención, que siga gobernando el PP o llegar a un acuerdo con Podemos en situación de extrema debilidad y de segundón.