La gran estafa. Este podría ser el título del último capítulo protagonizado por el partido socialista de Castellón que ha regalado los votos de 68.000 castellonenses a Esquerra Republicana de Catalunya para posibilitar que los independentistas puedan formar grupo propio en el Senado. Más allá de lo que podría ser el título de una novela o película, la realidad es que este intercambio de cromos debe entenderse como un ataque a la unidad de España y un insulto a todos aquellos que confiaron en un partido que luego se ha vendido a formaciones que encarnan el más oscuro radicalismo.

Tras este fraude electoral está, sin duda, la mano del señor Sánchez que busca a toda costa alianzas que le ayuden a formar un gobierno de izquierdas. Advertir desde estas líneas que esta estrategia, al más puro estilo El arte de la guerra, ya ha encontrado sus primeros escollos y no ha hecho más que debilitar los cimientos de un partido más que debilitado por la pérdida de votos confirmando así el desgobierno que impera en el Partido Socialista. No obstante, lejos de fraudes y tretas, que aunque legales, resultan poco éticas y morales para aquellos que respetamos la voluntad popular, desde el PP seguiremos reivindicando la necesidad de formar un gobierno estable capaz de consolidar todas las políticas iniciadas por el Gobierno de Mariano Rajoy que han incentivado la creación de puestos de trabajo y dinamizado la economía nacional y provincial. H

*Senadora del PP