En política hay una máxima que nunca se debe incumplir si quieres seguir siendo representante público, esa máxima es no mentir, puedes equivocarte pero no engañar a la gente que te elige. Muchas veces se critica a los políticos por no cumplir lo que prometen, por mentir durante la campaña electoral, ese es uno de los principales motivos de la desafección política que llevamos años sufriendo en España.

Pedro Sánchez ha contribuido definitivamente a esa desafección, seguramente su mentira, el engaño a la ciudadanía, es superior a aquel «OTAN de entrada no» de Felipe González que vendió en campaña y acabó siendo un sí cuando gobernó.

Sánchez se llenó la boca diciendo que volvía a convocar elecciones porque no quería tener que formar Gobierno con los populistas de extrema izquierda y depender de los votos de los independentistas Esquerra y los proetarras de Bildu, una postura que parecía coherente y que seguro que aglutinó muchos votantes. Sin embargo, al día siguiente de las elecciones de noviembre ya había cerrado el pacto con Podemos. Pero ese engaño se hizo más grande con el acuerdo con Esquerra, que habla de mesa de negociación entre iguales, de amnistía y de convocar un referéndum solo en Cataluña, y la guinda la puso Bildu en la investidura diciendo que hacían posible el Gobierno porque era una oportunidad que no podían dejar escapar.

Este es un Gobierno que nace de rodillas, que afrontará la crisis que viene derrochando el dinero de nuestros impuestos en pago de favores, impuestos que después subirá a todos. Creen que en unos años los españoles lo olvidarán, pero hay mentiras que nunca se olvidan.

*Secretario General y Portavoz Adjunto PPCS