Este fin de semana España entera ha salido a la calle en más de treinta provincias para gritar LIBERTAD contra la ley Celaá aprobada el jueves. Una ley autoritaria, opresora, que premia la mediocridad ante el esfuerzo, el sacrificio y el talento; una ley que deja desamparados a los niños y niñas con necesidades especiales, intentando tratar igual a los diferentes y, sobre todo, una ley que prohíbe a los padres ejercer su derecho fundamental como es el de que sus hijos reciban la formación religiosa y moral que esté de acuerdo con sus propias convicciones.

Una ley que solo apuesta por un modelo educativo, atacando a la educación concertada, una ley que excluye el castellano como lengua vehicular, rebaja la exigencia para pasar de curso…, entre otras cuestiones, pero fundamentalmente que pretende formar a una generación de niños en la ignorancia que asegure futuros votantes a los partidos de izquierdas.

Desde el PP, nuestro presidente Pablo Casado ya ha anunciado que donde gobernemos se hará lo posible para evitar los estragos de esta ley y que vamos a plantar batalla judicial ante el Tribunal Constitucional y las instituciones europeas.

En Castellón ya sabemos lo que es que la izquierda utilice la educación con fines políticos, por eso, el grupo popular en la Diputación de Castellón hemos presentado una moción para que se debata en el próximo pleno, para exigir que la institución provincial defienda la libertad de las familias de Castellón a la hora de elegir modelo educativo para sus hijos. Por desgracia, en la Comunitat Valenciana hemos sido laboratorio de ensayo de la ideología nacionalista junto a los socialistas.

Aquí, por desgracia, se ha avanzado en la pérdida de libertades (pese a que tienen 40 sentencias en contra por ir en contra de la liberada que recoge la Constitución). Por ejemplo, se ha eliminado el distrito único por lo que las familias ya no pueden elegir a qué centro van sus hijos.

La conocida como ley Celaá no solo ataca directamente a la educación concertada y privada en España, sino que intenta arrinconar al español como lengua. Un hecho que ha tenido que ser contestado hasta por la Real Academia de la Lengua y que es ilógico e impensable en cualquier país del mundo. En el caso de la Comunitat tenemos la suerte de tener dos idiomas y tenemos que defender y proteger a ambos y, sobre todo, defender a los estudiantes y a los ciudadanos para que tengan garantías de aprender los dos.

Pedimos al PSPV sentido común, que defiendan la libertad de las familias, ya que lo que hay detrás de esta ley que ha dividido al Congreso, al propio PSOE y que por primera vez en la historia de la democracia ha dejado de lado a la comunidad educativa, quienes han sido excluidos es una cesión a los separatistas para que Sánchez pueda seguir en la Moncloa, pero España se ha alzado, en un grito a la libertad. H

*Diputada provincial del grupo popular en la Diputación de Castellón