Feliz 2016, lectores. Disculpen que antes de mirar al futuro eche la vista atrás. Retrocedo al 2010, aquel año en que el Partido Popular, que gobernaba la Generalitat Valenciana y este Ayuntamiento, acordó echar abajo el último edificio del Grupo B para construirlo de nuevo, un proyecto que no contaba con ningún apoyo y que el PP no frenó para atender al barrio de Fátima ni al de Pío XII ni a ningún ciudadano de Almassora. Si no siguió adelante con su plan fue, sencillamente, porque el Instituto Valenciano de la Vivienda, impulsor de la reforma y dependiente del Consell que presidía Alberto Fabra, quebró en el 2012 y entonces echó a la calle al 76% de su plantilla.

No recuerdo que el PP, ni en la Generalitat Valenciana ni en este Ayuntamiento, convocara a los vecinos a ninguna reunión informativa a tres bandas para confirmarles que el Grupo B volvía entonces a quedarse en el limbo de las prioridades de Almassora. El Partido Popular no demolió el bloque, recuerden que tampoco construyó el colegio Regina Violant, y hoy se jacta de apoyar a los mismos vecinos que en su día ignoró. Así se lo recordaron algunos de ellos en la reunión que celebramos el pasado día 4 aquí, en nuestro Ayuntamiento.

Por eso abrimos sus puertas este mes y nos convertimos en intermediarios de los ciudadanos, porque la voz de este equipo de gobierno no es otra que la de los vecinos de Almassora. Ese es el futuro al que miro. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora