A guatepeor. Esta es la evolución que ha seguido en 2017 la gestión del bipartito que gobierna el Ayuntamiento de Castellón. Y sí, seguro que a usted le parece una exageración porque para usted la ciudad funciona. Se reparan los desperfectos, se organizan actividades de todo tipo, se asfaltan calles… pero de eso, querido lector, ya se ocupan los funcionarios, los magníficos empleados públicos que hacen posible ese complicado engranaje que supone administrar una ciudad de 180.000 habitantes. A ellos es a quien debemos dar las gracias y no a quien nos sube los impuestos --como lo ha hecho Amparo Marco durante este año que ya termina--, no a quien practica el sectarismo y no a quien jamás cumple con sus promesas ni su palabra.

PSOE, Compromís y Podemos no tienen proyecto de ciudad. Venían a rescatar personas y solo han rescatado a los suyos, gastando 765.000 euros al año en personal de confianza y 868.000 en publicidad y autobombo. Un año que finaliza sin tener aprobado el presupuesto para el siguiente y sin políticas eficaces de vivienda social pues no han solucionado como prometieron el problema de los desahucios. Un año que termina sin Plan General de Ordenación Urbana y con instalaciones públicas que siguen cerradas como el mercado del Grao o el kiosco de la plaza de la Paz. Un año en el que las políticas de participación ciudadana han sido un fracaso. El año en el que Compromís se quitó la careta y apostó públicamente a favor de la independencia de Cataluña. El año en el que Marco disgustó a la Policía Local, a la Banda de Música o a los funcionarios con su empecinamiento al nombrar a Lafuente… Un año en el que la GVA ha disminuido el presupuesto para nuestra ciudad, y en el que los castellonenses tenemos un chantaje lingüístico en educación y peor sanidad. Qué quieren que les diga, pero yo creo que hemos ido de Guatemala a guatepeor.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón