Hay una nueva batalla en el desolador pulso entre Madrid y el Gobierno central con el coronavirus como telón de fondo. Primero fue un asunto de diferencias en las restricciones que había que aplicar y luego degeneró rápidamente en una guerra política en toda regla. Ahora se han enzarzado con las cifras. La Comunidad de Madrid lleva varios días comunicando datos que tienden a la baja, pero lo hacen a tal velocidad que Sanidad ha dudado de su fiabilidad.

Vamos a situarnos en los dos escenarios que se nos han presentado inicialmente. Supongamos que Díaz Ayuso estaba jugando a notificar algunos datos con retraso para que las cifras parecieran mejores de lo que son, cuando aún no ha dado tiempo a obtener resultados del confinamiento impuesto por Sanidad. Así, la presidenta de Madrid podría intentar convencer a la opinión pública de que son sus restricciones selectivas, aplicadas con anterioridad, las que están dando frutos.

Ahora, vamos a situarnos en el segundo escenario. Supongamos que el Gobierno central tenía argumentos para dudar de los datos de Madrid. Al hacerlo público, se reafirman en que la intervención de Sanidad era necesaria. Llegados a este punto, esto es lo que hay: los que crean a pies juntillas que Madrid mejora, sigan siendo prudentes. Los que se quedaron con las dudas de Illa y Simón , sigan siendo prudentes: según ellos, vienen semanas muy duras. Así que a todos, paciencia con el espectáculo. H

*Periodista