Querido/a lector/a, algunos amigos, compañeros del alma, me preguntan por lo que va a pasar con las reuniones entre PSOE y ERC. Y te aseguro que no les miento y les respondo que no tengo ni idea. Solo sé, lo que saben todos, lo que se publica en los medios. Además, les digo y repito que no tengo vocación de Casandra, de profeta de falsos futuros y destinos o, lo que es lo mismo, de pronosticar mañanas sin garantías. En última instancia, eso sí, se lo que me gustaría porque sería útil al bien común y a la mayoría social.

En ese sentido deseo que el acuerdo entre PSOE y UP se consolide para siempre. Y es que la vieja división entre socialdemócratas y organizaciones de origen comunista, ya no tienen sentido. El mundo ha cambiado y no se trata de buscar la razón de unos sobre otros, sino que están en cuestión ambas tradiciones y, lo que reclaman, es renovarse y que nazca una nueva izquierda.

Deseo, también, que ERC, que ha sido un gran partido en la historia reciente de la lucha por las libertades democráticas, priorice su vertiente social que la nacionalista.

Deseo, sobre todo, que haya un gobierno de izquierda. Creo, sinceramente, que lo exige, porque lo necesita, la solución de los problemas que sufrimos los españoles (reforma laboral, transición ecológica, financiación autonómica, Cataluña,…etc.). Pero, además, porque considero que ha llegado el momento, tras no solucionarse varios problemas (paro, cambio climático… etc.), de explorar nuevas formas. Es decir, no claudicar y atreverse a no confundir el orden democrático delimitado por el capitalismo o por la derecha, como la única posición o camino político posible. ¿Qué no es fácil? Ya lo se, pero deseo que así sea.

*Analista político