Nuestra Hospitalidad diocesana de Lourdes se dispone a realizar su peregrinación anual al Santuario de Ntra. Sra. de Lourdes, los días del 28 de junio al 2 de julio. Siempre merece la pena acoger la llamada de la Virgen de Lourdes y experimentar de nuevo a sus pies su maternal protección. Quien ha estado alguna vez en Lourdes con fe y devoción, sabe que allí se siente una presencia especial de la Virgen, que de un modo u otro atrapa el corazón.

Los responsables del Santuario han elegido como lema pastoral para este año, las palabras de la Virgen María a los sirvientes en la boda de Caná: «Haced lo que él os diga». La boda en Caná es el momento en el que Jesús realizó el primero de sus signos, convirtiendo el agua en vino. En este momento, en el que el hijo comienza a actuar, está la Madre. En las palabras y en la actuación de la Virgen se insinúa su misión como cooperación a la obra de la redención.

María está siempre atenta a las necesidades de los hombres. De hecho está a la escucha del designio de Dios que quiere reunirse a través de Jesús con la humanidad desheredada. María sabe que este mundo, sin Dios, no tiene sentido.

Como buena madre, la Virgen continúa susurrándonos día a día desde la gruta en su Santuario de Lourdes. Acudimos con sencillez y humildad al encuentro con la Señora para escuchar su respuesta a nuestros anhelos y esperanzas, a nuestros problemas y dificultades. En su mirada encontraremos el consuelo del Espíritu, que llena de paz nuestros corazones y que es la fuente de la alegría de sabernos siempre acompañados por la madre y, a través de ella, por su hijo. La Virgen nos enseña a estar atentos siempre a sus necesidades y atenderles con el amor, que brota de su corazón inmaculado. A la protección maternal de la Virgen encomiendo nuestra peregrinación y nuestras vidas.

*Obispo de Segorbe-Castellón