Naranjito solo tenía dos años cuando empezaron las pesadillas en Elm Street, en esta película de terror del año 84, algunos jóvenes de una pequeña localidad tienen pesadillas diarias en las que son perseguidos por un hombre deformado por el fuego y que usa un guante terminado en afiladas cuchillas. Freddy Krueger atormenta al grupo de chicos en sueños, y su guante de cuchillas se ha convertido en uno de los disfraces más recurrentes de todos los tiempos, lo bueno de todo esto es que esta pesadilla dura 101 minutos y es ficción.

En Castellón, 17 trabajadores del Hospital Provincial están sufriendo una pesadilla, pero esta tiene dos inconvenientes, que dura desde el 25 de octubre del 2016 y que por desgracia, es real. La consellera Montón, se ha marcado el guante de Freddy y ha comenzado a dar zarpazos a la sanidad provincial. Pero donde ha actuado con mayor crueldad ha sido contra el Hospital Provincial. Eespués de eliminar servicios sanitarios ha puesto sus cuchillos en el mayor valor que tenemos en el Hospital, los trabajadores. El dia 25 de octubre, llegó, tan altiva como siempre, y dijo en el órgano de gobierno, que en el Hospital sobran 17 trabajadores, entre ellos oncólogos, ginecólogos, cardiólogos y neurólogos, todo ello en base a un supuesto informe de UJI, inexistente en ese momento. Los despidos han ocasionado que los castellonenses hayan visto sus citas demoradas sine die o directamente anuladas. Evidentemente los trabajadores han pedido amparo a la justicia ante estos despidos indiscriminados, y la justicia les ha dado la razón, a muchos de ellos declarando los despidos improcedentes y en un caso la nulidad. Pero Montón, que habrá pensado «con perricas chifletes» le resbala todo este asunto y ha decidido que con dinero de todos va a pagar indeminizaciones por no dar su brazo a torcer y readmitir a los trabajadores.

Pues bien, desde la Diputación vamos a pedir que se anule el acuerdo de los despidos, por las vías legales que nos correspondan, no vamos a permitir que se siga jugando con la salud de los castellonenses. Es hora de despertar de una pesadilla, que Castellón no merece.

*Diputada provincial del PP