Otra vez, como todos los años, nos han vuelto a hacer la pascua desde Madrid. El proyecto de los Presupuestos Generales 2017 del Gobierno deja a la provincia de Castellón a la cola de las inversiones de España. Ello puede venir dado bien porque nuestros diputados y senadores pintan muy poco en la capital del reino, o bien no hacen su trabajo. O porque, al ser una provincia poco poblada, también somos poco importantes en el conjunto total de la Comunidad y, por supuesto, del Estado.

La inversión se reduce a 74 millones de euros, disminuyendo en más de un 50% respecto a los presupuestos del 2016. El estudio de la línea de alta velocidad entre Castellón y Tarragona, el tramo castigado del Corredor Mediterráneo, solo recibe 7.660 euros de Fomento. Una risa o, más bien, una patada a las veleidades secesionistas catalanas en el culo de los castellonenses.

DONDE ha habido más suerte es en el acondicionamiento de la carretera N-232 en el tramo Masía de la Torreta-Morella Sur donde se destinan 2,5 millones. Y en el puerto de Castellón, donde hay presupuestados 11 millones, de los que 3,87 son para la dársena sur y, el resto, se destinarán a actuaciones en materia de accesibilidad ferroviaria. No está mal, pero a todas luces insuficiente.

En el programa de rehabilitación arquitectónica y en el 1,5 por ciento cultural destinados a los acabados interiores de la iglesia del antiguo convento de San Francisco de Benicarló, y a la recuperación del Palau-Castell de Betxí. También se financiará la restauración y adecuación del BIC Torre Sant Vicent de Benicàssim.

Veremos qué enmiendas presentarán los diputados del PP encabezados por el candidato a líder provincial del PP, Miguel Barrachina, o la jefa suprema del partido en la Comunitat Valenciana, Isabel Bonig, que también es de la provincia.

Como se suele decir: obras son amores… y a nosotros nos han tocado muy poquitas. Habrá que reclamarlas.

Por cierto, ¿sabe usted cuál ha sido el nivel de ejecución del presupuesto del 2016 en nuestra provincia? Yo tampoco.

*Abogado. Urbanista