El Ayuntamiento de Almassora acabará 2017 con la deuda más baja de la década. Los números que presenta la Tesorería no dejan lugar a dudas: cerraremos el año adeudando a los bancos 3,2 millones de euros en créditos. La cifra confirma que hemos hecho las cosas como tocaba y que, ni aún sumando la deuda con otras administraciones ni leasings de vehículos ni ningún otro compromiso, nos acercaremos a los 11,8 millones de euros que llegó a deber nuestro pueblo en el 2013. Reducir la morosidad en esos valores no es fruto de la casualidad, sino de llevar las cuentas al día. Lo sabe bien nuestro concejal de Hacienda, Santiago Agustí, que esta semana ha trabajado en el expediente para la inminente amortización de 923.000 euros de un préstamo refinanciado en 2014 pero con origen en el centro de todas las debacles económicas de este Ayuntamiento: la avenida Generalitat.

Recuerdo cuando nos dijeron que la deuda (millonaria) con los vecinos estaba saldada gracias a una gestión casi milagrosa del anterior equipo de gobierno. Las cifras demuestran que no es así y que hoy seguimos pagando por no haber negociado con los propietarios de los terrenos afectados por las expropiaciones. Las costas judiciales, los abogados, los intereses… Nada es gratuito. Y si en su día obligó a recortar los servicios públicos para atender el fallo judicial, hoy todavía pagamos por ello.

Pero no miramos al pasado, sino hacia al presente. Y el análisis económico, basado en datos objetivos, nos da la razón: no hemos firmado ningún crédito con ningún banco desde que accedimos al equipo de gobierno, no hemos subido los impuestos y pagamos a nuestros proveedores en plazos de 24 a 28 días, cifras de las que presumo porque son excepcionales, como los servicios técnicos que trabajan cada día para seguir mejorando.

Gracias a ello logramos el superávit que ahora nos permite amortizar créditos y reducir los intereses que año tras año pagamos con los impuestos de los ciudadanos. A ellos nos debemos y por ese motivo en 2018 introduciremos mejoras fiscales como la bonificación de vehículos sostenibles. Y todo ello con un calendario de pagos más flexible.

*Alcaldesa de Almassora