Ahora está más de moda llamarla postureo, pero lo cierto es que la actitud de fingir creencias, opiniones o sentimientos que no se tienen o no se siguen está a la orden del día con tanto circo.

Debe ser esto de la llamada “nueva política”. Parece que cambiar de opinión cual veleta y enredar es la nueva marca de la casa para los políticos que llegan como mesías a nuestras vidas.

La persona hipócrita finge cualidades o sentimientos contrarios a los que verdaderamente tiene o experimenta, así se define este adjetivo. Pues bien, parece que viene como anillo al dedo a algunos que se dicen y se desdicen; critican las tradiciones y se erigen en sus adalides si la opinión pública les da la espalda. Hemos tenido que ver cómo quienes critican el apoyo a nuestras tradiciones y entidades, se aferran al palmón en la procesión; volviendo a recular tras más de una crítica y desapareciendo en los actos litúrgicos centrales en la Semana Santa.

Pero no solo en la cuestión de aparentar actúan como veletas, también en la política y en el discurso que mantienen. Hemos tenido que ver retractándose al único concejal que mantiene la Roca en Peñíscola sobre su propia propuesta de subir impuestos. ¿Qué será lo próximo? Ya nos esperamos cualquier cosa, incluso bajo palio podremos verles. Sean ustedes más rigurosos. Los peñiscolanos merecen mucho más respeto. H

*Alcalde de Peñíscola