El inicio del mes de septiembre ha devuelto al primer plano un conflicto laboral que se ha enquistado por la falta de acuerdo, mejor dicho de negociación, entre las partes. La huelga de examinadores de autoescuelas se reanudó ayer y lo hará, de lunes a miércoles, hasta final de mes con el consiguiente perjuicio tanto para los aspirantes a obtener un permiso de conducir como para las propias autoescuelas. El conflicto se originó porque los examinadores reclamaban a la Dirección General de Tráfico (DGT) un complemento salarial de 200 euros mensuales, pactado hace dos años, que aún no se ha hecho efectivo a día de hoy.

Desde que empezó en junio la huelga, se han dejado de examinar unos 80.000 aspirantes a conductor, los grandes perjudicados por esta falta de entente. En muchos casos, por ejemplo, con el agravante de que la obtención de ese permiso estaba vinculado a una oferta laboral. Es por ello que cabe esperar un cambio de actitud de la Administración para asumir los compromisos adquiridos con un colectivo que, además, denuncia la pérdida progresiva de personal para desarrollar su trabajo. En lo que concierne a Castellón, según datos de la Asociación Provincial de Autoescuelas, la huelga ha obligado a suspender 132 pruebas de conducir al secundar la protesta cuatro de los seis examinadores que están en activo (un séptimo está de baja). En concreto, la cancelación de exámenes ha pospuesto un total de 44 tests al día en la provincia.