Querido lector/a, hoy más que opinar informo. Digo con ello que, hace unas semanas vi en la tele, con satisfacción, que Toxo y Álvarez, secretarios generales de los sindicatos CCOO y UGT, presentaban en el registro del Congreso una proposición de ley --elaborada y solicitada por la vía de la Iniciativa Legislativa Popular y acompañada por mas de las firmas requeridas-- que exige del Estado el establecimiento de una prestación de ingresos mínimos --426 euros al mes-- en el ámbito de la protección de la seguridad social. Prestación, paga o renta mínima, que cobrarán en caso de que se apruebe unas 2,4 millones de personas --la mayoría mujeres-- que residen en dos millones de hogares donde habitan más de 6,6 millones de personas y que, como consecuencia de la crisis, de las políticas austericidas, la reforma laboral, etc., han sido expulsados del mercado laboral y agotado todas las coberturas posibles hasta el extremo de que muchas de ellas han caído en la pobreza.

Pero no todo acaba ahí, tiempo después leo que esos mismos representantes sindicales comparecieron ante la Comisión de Empleo del propio Congreso para exponer los motivos y la necesidad de esa prestación, paga o renta mínima. Ahora, hace unos días, he vuelto a leer con mucha más alegría, si cabe, que a pesar del voto en contra del PP y de Ciudadanos se ha admitido a trámite y se va a estudiar, debatir y votar.

Querido lector/a, la noticia es de gran importancia. Hablo de la utilidad, de la función reivindicativa y de solidaridad de los sindicatos en una sociedad democrática. De la obligación del Estado de repartir la riqueza y proteger a los vulnerables. De que la Iniciativa Legislativa no solo está en los diputados y en los partidos, sino, también, en la gente de la calle y sus firmas. Pero, sobretodo, señalo, que con una derecha en minoría, el 2017 debería ser el año en que se empiecen a recuperar y, si es posible, a ampliar derechos.

*Experto en extranjería