Afrontamos el que es, sin duda, uno de los momentos más críticos de la historia reciente. En este camino incierto que recorremos desde el pasado mes de marzo el Ayuntamiento de Castelló, como administración más cercana a la ciudadanía, ha estado al lado de los vecinos y vecinas en todo momento. Con aciertos y errores, el Gobierno municipal ha respondido a una situación inédita y excepcional, y lo ha hecho con determinación, pero también con autoaprendizaje continuo, honestidad y humildad.

Esta semana hemos celebrado el Debate sobre el Estado de la Ciudad, una sesión plenaria en la que hemos rendido cuentas ante los y las castellonenses sobre nuestra gestión en este año convulso. Arranqué el discurso con una cita del reconocido poeta uruguayo Mario Benedetti , una reflexión en plena vigencia que hoy quiero traer también a esta tribuna: «Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto cambiaron las preguntas».

Esta emergencia ha desafiado todo lo que sabíamos o creíamos saber, ha evidenciado aún más las brechas sociales y económicas, y ha puesto a prueba la resistencia de nuestras estructuras. Pero también ha mostrado cómo el esfuerzo, el compromiso y la responsabilidad de las instituciones y de la ciudadanía son capaces de afrontar las situaciones más complejas.

Desafortunadamente, en un contexto como el actual la oposición juega al cortoplacismo y al descrédito, en lugar de aportar propuestas constructivas y arrimar el hombro. Responsabilizar gratuitamente al Gobierno municipal de todos nuestros males es fácil, pero aportar soluciones y colaborar desde la diferencia ideológica poniendo los intereses de la ciudadanía por encima de los partidistas requiere una altura de miras y una vocación de servicio público que la derecha aún está por demostrar.

Frente al ruido y las polémicas vanas, el Gobierno del Acord de Fadrell ha impulsado políticas públicas importantísimas con un marcado acento social, porque nuestra prioridad es el bienestar de la ciudadanía. Frente a los intentos de empañar nuestra gestión, quedan las iniciativas de relanzamiento de la ciudad. Veamos algunas: 2,5 millones de euros en ayudas y nuevos servicios de atención a personas en situación de vulnerabilidad; 2,3 millones del Plan Castelló Contrata para el fomento del empleo; 1,5 millones del Pirecas para microobras que incentivan la contratación de pymes y autónomos; o una línea abierta de 1 millón de euros para ayudas al comercio y la hostelería.

Pero además, apostamos por políticas de sostenibilidad ambiental que repercuten directamente en el bienestar ciudadano, al incidir en un modelo más verde y amable, como la peatonalización de vías o la creación de carriles bici para reducir la contaminación y ganar espacio, ese que tanto necesitamos ahora para mantener las distancias de seguridad. Y todo ello a la vez que trabajamos en políticas estratégicas para el presente y para el futuro de nuestra ciudad, como el Plan General, que está en la recta final de su tramitación, o la Agenda Urbana, que marcará la senda de las políticas de transformación de los próximos años. Esa está siendo la impronta del Gobierno municipal en 2020 ante la crisis. H

*Alcaldesa de Castelló