Me niego a aceptar que se emplee la sanidad como arma arrojadiza contra la provincia de Castellón.

Fueron primero los recortes, más tarde el ninguneo frente a las otras dos provincias y ahora es el castigo que la Generalitat Valenciana impone a los castellonenses no transfiriendo financiación para el acelerador del Hospital Provincial.

Es inaceptable que el nuevo gobierno valenciano no asuma su responsabilidad económica en este centro de referencia en oncología y que, además, se burle de los castellonenses.

La Diputación ha cumplido, se comprometió a aumentar el presupuesto de este año con 1,5 millones de euros para poder financiar el acelerador lineal. La Generalitat dijo que no disponía de recursos, después requería nuestra aportación; ahora ya no quedan excusas.

El gobierno valenciano está acostumbrándose a prometer, parlotear y anunciar inversiones y programas a bombo y platillo que tenemos que asumir el resto; lo hemos visto con las ayudas a los libros de textos, con las medidas contra la pobreza energética que hemos tenido que sufragar entre todos.

Con el Hospital Provincial deben cumplir. Responsabilidad es lo que requiere un gobierno serio y comprometido con los ciudadanos. No es suficiente declararse defensor de la sanidad para dar titulares. H

*Vicepresidente segundo de la Diputación Provincial