El Pacte del Botànic y el Pacte del Grau se marcaron como objetivo acabar con el respeto a la pluralidad lingüística. Hemos tenido que observar cómo señalan a los negocios que no atienden en valenciano, así como la voluntad de sustituir las placas bilingües por otras solo en valenciano y el cambio del topónimo de la ciudad. En Cs hemos defendido el respeto a la pluralidad lingüística y a la libertad, porque Castellón es un ejemplo de convivencia y de respeto a las dos lenguas, un patrimonio y una riqueza cultural al servicio de tender puentes hacia el progreso.

La incoherencia vino una vez más en un sobre que en el interior contenía las recomendaciones para valencianizar los apellidos de recién nacidos. Alcaldes del PP y del bipartito firmaban algo que desde Cs pensamos que es una vuelta de tuerca más del nacionalismo. El PP por un lado enviaba el sobre con la firma en el interior de su alcalde o alcaldesa, recomendando valencianizar el apellido de la familia, mientras en Castellón su portavoz, o en el Congreso su diputado, rechazaban su contenido, en un claro ejercicio de incoherencia política. Como vecina y concejala de Moncofa, me indigna que mi alcalde del PP malgaste tiempo y dinero en iniciativas nacionalistas. La libertad y el respeto están por encima y además hay que centrarse en las necesidades reales de la gente.

Somos afortunados de contar con ambas lenguas, síntoma de nuestra riqueza cultural, herramienta para abrir la provincia al mundo como sociedad acogedora que ha sabido disfrutar de su diversidad. En el corazón de Cs no hay espacio para la imposición, en nuestro corazón caben todas las identidades e idiomas porque la libertad es progreso. El sobre que llega a las casas demuestra que Cs es la única alternativa coherente frente al nacionalismo.

*Diputada de Cs en el Congreso por la provincia de Castellón