Querido/a lector/a, esta semana han ocupado espacio y tiempo un par de noticias que, a primera vista, parecen imposibles, irreales o increíbles. Pero, por honor a la verdad, están ahí, son ciertas y, como diría Joan Manuel Serrat, la realidad cabezona y sin remedio las confirma y las impone. O algo así.

La primera noticia habla del PP, de la derecha política que, en gran parte, ahora y antes --Alianza Popular-- fue formada por destacados ministros franquistas, los que nunca han reconocido el holocausto español, los que en la práctica no respaldan la Ley de la Memoria Histórica ni han puesto iniciativa ni un solo euro para buscar y sacar a los muertos de las cunetas, los que ahora no están a favor de sacar a Franco del Valle de los Caídos, los que en más de una ocasión han dicho que buscar a los familiares en las cunetas es un entretenimiento sin sentido, etc. Bueno pues, esos, estos días y en boca de su actual jefe, Casado, dicen que van a proponer una Ley de la Concordia que, en contra de la Ley de Memoria Histórica, va a terminar con la confrontación de las dos Españas y fomentar la reconciliación. ¡La demagogia debería tener límites!

La segunda noticia, un informe serio emitido por personas e instituciones sensatas y con conocimiento de causa, evalúa y ratifica país a país que en el mundo hay más de 100.000 víctimas de curas y religiosos pederastas pero, a pesar de ello, muchas conferencias episcopales de una religión como la cristiana, católica, apostólica y romana que basa su mensaje evangélico en el amor, la fraternidad y la solidaridad o no tienen una política que combatan esos hechos, o no los recopilan, o no los publican, o no los ponen a disposición de la justicia. Querido/a lector/a, Napoleón Bonaparte dijo que la palabra imposible, o si quieres tú, la palabra increíble, no estaba en el diccionario francés. Por lo leído esta semana, todo indica que tampoco está en el español.

*Analista político