La injusticia puede ser definida como la situación en la que una o varias personas son recompensadas en forma insuficiente por un esfuerzo que han hecho, o bien son sometidas a un castigo o perjuicio sin ninguna razón que lo justifique.

El concepto de justicia social nace directamente de la concepción moral de la misma. En el mismo sentido, las situaciones de violencia escolar que suceden con frecuencia en la actualidad, son ejemplos de injusticia por la vulnerabilidad especial de los niños. Muchos creen que el derecho a la igualdad de oportunidades de los jóvenes es especialmente importante. Así, cuando esto no se cumple es una situación especialmente injusta.

Que todas las personas accedan a la salud, por el solo hecho de ser personas, es considerado un acto de justicia. La inaccesibilidad que a veces ocurre es indudablemente un acto injusto. (Desigualdad).

Entonces, en muchas ocasiones, se piensa como ‘justicia’ a la administración de la justicia, es decir la aplicación de premios y castigos de modo tal de instar a una sociedad a comportarse en forma justa. Esto ya no obedece a un concepto ideal y perfecto, sino que tiene que ver con decisiones humanas. En los países democráticos, la justicia es una institución y la injusticia será la mala aplicación de los principios que lo obligan a actuar, es decir las Leyes: éstas deberán estar claras para todos los ciudadanos.

En nuestro país, el Congreso cerró, el 30/10/2018, el paso a la propuesta de eliminar el impuesto de Sucesiones. La comunidad de Madrid grava el 0,01%, en las herencias de un conyugue a otro, de padres a hijos, de abuelos a nietos, mientras que en el resto de comunidades los porcentajes varían hasta el 30 y más por ciento. ¿Es esto justo?. ¡¡No!!

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón